“Las familias no lo creen”: los sacrificios y penurias del club que revoluciona la Copa Chile
De salir a vender entradas e invertir del bolsillo personal para comprar indumentaria, a participar en la Copa Chile. En AS, la historia de Colo Colito, el club más ganador del Barrio Norte de Concepción.
Son las 16.00 horas y AS llega a la calle Manuel Gutiérrez 1544, en el Barrio Norte de Concepción. Allí está la sede de Colo Colito, la institución más ganadora de la zona en los últimos años y que a partir de este sábado disputará una nueva versión de la Copa Chile. Algo que nunca se imaginó. Identificado con el blanco y el negro, igual que el poderoso Colo Colo de la Primera División, el modesto club quiere seguir cumpliendo sueños.
El recinto, repleto de trofeos y fotografías y con un segundo piso deteriorado que a veces se arrienda, es el escenario ideal para conversar con cuatro protagonistas. Son historias que representan a muchas más y que resumen el esfuerzo de Colo Colito, un club conformado por diez categorías y por más de 500 jugadores.
Colo Colito, la alegría del barrio
Colo Colito se compone de sacrificio, identidad y pasión. Óscar Neira lo refleja. Él se unió en 1998, cuando tenía 12 años. “Jugaba de delantero”, recuerda. Ha estado ligado al club por más del 65 por ciento de su vida. “Uno parte en esto por amor al deporte, pero después pasa a ser como una familia, porque está el tío, el hermano o el primo”, cuenta. Ahora, con 36 años cumplidos, lleva tres temporadas como ayudante técnico.
Neira, que interviene cada dos minutos con su humor característico, lanza su primera broma: “Nosotros somos como un circo pobre”. Ríe y después lo explica: “Tenemos que vender las entradas, vender bebidas, dirigir y ordenar las camisetas”. Es la realidad del último ganador de la Copa de Campeones, que convierte la generosidad en su principal motor: “Las camisetas que nos quedan a nosotros, se la damos a los más chicos. Si a un niño le falta algo, siempre buscamos cómo ayudarlo. Somos humildes”.
El profesionalismo: la clave de Colo Cololito
La seriedad en el trabajo encaminó al plantel hacia el éxito. La serie de honor, la más competitiva, ha llegado a la final desde el 2016 en adelante. Y no es casualidad: “Nosotros nos preparamos con buenos profesores, entrenamos los miércoles y los viernes y estudiamos a los rivales. Nada es regalado”, relata Cristopher Navarro, lateral que ha defendido a Hualqui, Naval y Huachipato, y que tuvo un breve paso por Malta en 2015.
Navarro, reflexivo y pausado al hablar, recalca la importancia de la rigurosidad: “Somos un equipo amateur, pero le queríamos dar un estatus profesional. Nos esforzamos aunque quedemos cansados en nuestros respectivos trabajos”. Allí está el secreto.
Una estructura
José Vidal es el cerebro detrás de Colo Colito. El presidente del club fue el primero en llegar al diálogo con AS. Él abrió la puerta de la sede, mostró los títulos, contó parte de la historia y presentó al resto de los entrevistados. “Nosotros siempre hemos convivido con mucha gente. Este club es muy popular”, afirma.
“Se formó en 1961, gracias a unos viejitos que se juntaban a comer (ríe) en un local de acá. Yo digo ‘comer’, pero en realidad se iban a ‘chupetear’ en una picada. Mientras estaban en eso, los niños se quedaban jugando en la calle. Unas cuadras más allá había un club que se llamaba ‘Lautarito’, entonces los viejos formaron otro equipo. Pensaron en Huachipato, pero allá se podían enojar. Los niños se identificaban más con Colo Colo, pero como eran pequeños, se pensó en el diminutivo”, profundiza.
Esa institución que describe Vidal hoy tiene múltiples categorías. La Primera Infantil, con niños de 14 a 16 años, es el tetracampeón del norte. El fútbol femenino ya tiene alrededor de 40 jugadoras y en 2019 ganó el Campeonato de Concepción. Era su debut.
“Cada serie tiene su coordinador, que es el nexo entre el plantel y la directiva. Hoy tenemos entre 200 a 220 socios, que ha respondido con sus cuotas al día. Esa es una de nuestras fuentes de ingreso, además de las actividades que realizamos en la sede y los auspiciadores que aportan de forma particular para poder desarrollarnos”, cuenta Vidal sobre el funcionamiento del club.
Un delantero extranjero y el boom de la Copa Chile
Los hinchas acompañan en los partidos y en los entrenamientos. Sin embargo, estos últimos meses han sido especiales para el club. La invitación generó revuelo, especialmente entre los hinchas de Colo Colo: “Es impresionante, nosotros no estábamos preparados para esto. Nuestras familias aún no lo creen. Yo era colocolino de toda la vida y ahora mucha gente nos está apoyando”, dice Neira. “Ganamos esto en la cancha y nos sentimos preparados”, agrega Navarro.
Jeison Tegue Mina, delantero colombiano, lo vive con energía: “Si tiemblan por Colo Colo, por nosotros van a temblar el doble (risas). Vamos a demostrar por qué nos invitaron”. El futbolista, el último en sumarse a la entrevista, lleva diez años en Chile. Ya jugó dos temporadas en Colo Colito, pero en 2018 se fue a vivir a Castro por razones laborales. Ahora está de regreso.
“Lo fundamental del club es la barra. Siempre nos apoyan, con lluvia, sol, truenos o relámpagos. Eso es una motivación”, complementa el jugador con una sonrisa.
Colo Colito ha sido una locura en internet. Vidal lo explica: “Nuestras redes sociales crecieron demasiado. Nunca pensamos tener tantos seguidores. Nos escriben del norte y del sur para conseguir camisetas”. Hace unos días, la institución presentó su nueva indumentaria. Hoy viven horas de nerviosismo antes de enfrentar a Deportivo La Obra en el primer paso de la Copa Chile. Con la clasificación o no, el club de barrio que valora el sentido de pertenencia goza de una fama inédita. Por primera vez en su historia.