Lo echaron por una insólita razón y hace su denuncia: “Me dijeron que el club era así; esto me cierra puertas”

“Me tomó por sorpresa. Ayer tuvimos la charla post partido con los jugadores y a las 19:30 un funcionario me trajo la carta de despido”. Así describe Germán Cavalieri sus últimas horas como entrenador de Unión San Felipe. De forma sorpresiva, el club decidió desvincularlo por no “estar alineado con los valores de la institución”. “No me dejaron despedirme de los jugadores”, cuenta a AS.

- ¿Qué quiso decir el club en su comunicado?

- El motivo que me dieron es diferente a la noticia que publicaron en redes sociales. Me molesta el comunicado porque habla de valores y eso para un entrenador deja abierta una gran duda. La leen amigos, familia, madre e hijo. Uno se puede ir por resultados, porque no le gusta al presidente. Hay un montón de motivos, pero lo que molesta es lo de valores. Esto me provoca un daño, porque alguien puede no contratarte por esto. No tengo idea por qué pusieron eso. Nunca me dieron un papel donde diga cuáles son los valores del club, el proyecto. Es malicioso e injusto.

- ¿Está dolido? ¿Qué ha pensado hacer?

- Tendrán que aclararlo. Este equipo va a ascender, no sé si ahora, pero está encaminado a subir. Me duele el comunicado, lo que me hace pensar los pasos a seguir. Vengo de una familia humilde y siempre me he sacrificado: estudié dos carreras, y tener que justificar estas cosas duele. Mucha gente me dijo que el club era así. No merezco este trato. Será difícil que algún empleado de San Felipe hablé mal de mí.

- ¿Cuál es su versión sobre su salida del club?

- A los dos meses me dijeron cómo quería que juegue el equipo y hacían actividades con los jugadores y me dejaban afuera. Antes de viajar para el partido con Santa Cruz, el presidente le ofreció almuerzo a los jugadores y me dejaron fuera a mí, al ayudante y al PF. Me dijeron que no podía almorzar. También nos sacaron de los desayunos, esto viene pasando de hace cuatro meses.

- ¿Cómo era su relación con el plantel?

- El compromiso del grupo era 100%. Lo mejor para un DT es eso, por eso nos manteníamos. Desde que el presidente me dijo que estaba disconforme con todo, no perdimos más. Sólo yo fui echado, porque el ayudante y el PF siguen en el cargo, lo que también es incómodo. Cualquier persona puede decir que meto mujeres, que traté mal a alguien, que le pegué. Ya había salido de que trabajaba poco y esto lo puedes preguntar a los jugadores: siempre les decíamos lo que pasaría en los partidos y eso era lo que ocurría.

- ¿Qué otras situaciones le tocó vivir?

- Cuando me contrataron di 50 nombres de jugadores para fichar y me dijeron que el equipo lo armaban ellos. Después hablé con Raúl Delgado y le pedí algunos nombres que sí trajeron como (Josepablo) Monreal, (Nahuel) Luján y (César) Valenzuela. Después se consiguieron resultados. El presidente también me dijo que perdí el tiempo al trabajar la línea de tres. Me hizo consideraciones con algunos jugadores que no debían jugar como Gerardo Cortés, y me pidió que no descendamos, porque la idea era vender jugadores. Cotizamos a Briceño, Plaza y Yerko González. Es difícil de entender.

- ¿Qué plan tiene ahora?

- Lo estoy hablando con el abogado. Si no está el comunicado, pensaría que no les gusta como trabajo y ya. Ahora venían tres partidos y si los ganábamos podíamos quedar primeros. Es un daño y un perjuicio. Esto abrirá algunas dudas a directivos de otros equipos, así que es algo que me cierra puertas. Esta injuria tendrá que ser clarificada.