Los días felices de la joya de la U
El DT Sebastián Miranda lo ubicó en su posición original y su aporte cada día adquiere mayor relevancia. Inició el triunfo en La Serena con una gran asistencia.
En Universidad de Chile respiran con algo de tranquilidad, luego del triunfo por 2-1 contra La Serena, en La Portada. Los azules ampliaron la ventaja respecto de uno de los elencos que también lucha por no descender y están mas cerca de asegurar la permanencia. Una de las figuras fue Lucas Assadi, quien dio comienzo a la victoria con una estupenda asistencia a Yonathan Andía en la apertura de la cuenta.
El juvenil ratificó nuevamente que su desempeño individual sigue en una curva ascendente. Es titular en la estructura futbolística que va construyendo el DT Sebastián Miranda y cada vez logra mayores cuota de trascendencia en el marco del funcionamiento ofensivo de la U. Antes, y en otro partido crucial para el cuadro azul contra Palestino en La Cisterna, anotó el primer gol de su carrera en el profesionalismo.
Lugar preciso
Seguramente, el buen desempeño de Assadi tiene mucho que ver con la posición en la cancha que estableció Miranda para el seleccionado chileno Sub 20. El DT, al final, se inclinó por la utilización permanente de un sistema de juego 1-4-3-1-2 y el joven volante desempeña un rol clave. Es el único mediocampista ofensivo delante del trío restante de hombres que integran la zona media y por detrás de la dupla de ataque que opera en la delantera.
La funcionalidad reconoce y respeta el origen táctico de Assadi. En esencia, es un volante creativo con rasgos más de atacante que de habilitador. Esto permite que, por momentos, se transforme en el tercer delantero del equipo, cuando las acciones de progresión en el terreno de juego logran la profundidad ofensiva planeada. Lo hace a la misma altura de los otros atacantes y por supuesto que ocupando el espacio libre en el ancho de la cancha frente a la portería rival.
Perfil definido
El juvenil de la U encaja en lo que se conoce como un ‘10 encarador’. Su fuerte es el traslado del balón, aun en espacios reducidos y bajo fuerte presión oponente. Resuelve con veloces y precisas acciones de dribling, otorgándole así continuidad a la circulación en un sector de la cancha (zona ofensiva) que puede ser crucial para los azules.
Busca constantemente el 1 vs 1. Efectúa aceleraciones, frenos y salidas imprevistas, cambios de dirección y sentido siempre con el control del balón. El canterano azul va hacia adelante, con un sentido de la verticalidad constante, y esto es vital ahora situado en el eje de la cancha y detrás de la dupla de atacantes. Su propuesta personal de juego es osada, pues implica un riesgo alto de no prosperar en las disputas individuales, pero asume el desafío.
La movilidad constante es otro de sus atributos llamativos. En su actual función existe una coincidencia espacial plena con el volante central rival, pero no se entrega a la marca de su oponente directo. Sus desmarcaciones son abruptas, sin aviso previo y ha ido mejorando en las recepciones al costado del ‘6′ rival, aprovechando la ausencia de punteros o extremos en la organización espacial de la U.
Esfuerzo extra
Aunque la labor de Assadi es esencialmente creativa y de ataque, el juvenil muestra buena disposición en la fase defensiva. Inmediatamente se involucra en la recuperación del balón y no se aisla del bloque de siete integrantes, compuesto por línea defensiva junto al trío de volantes, para proteger la portería.
Su misión principal es el control del volante central oponente. También colabora con retrocesos más profundos por el eje hasta las proximidades del mediocampista central (Emmanuel Ojeda) si la situación lo demanda. Como los volantes mixtos en ocasiones se desplazan hacia los costados para frenar los avances de los laterales rivales, su presencia retrasada es muy requerida. Assadi lo tiene claro y no se resta a ese esfuerzo defensivo extra.