Obtuvo un título, pero podría quedar en nada: “Es algo que ensucia el fútbol”

Limache ganó el Campeonato de Segunda División y obtuvo el derecho a disputar el Ascenso 2024. Sin embargo, otra vez parece no estar claro qué pasará definitivamente con el cupo en la B, pues Melipilla denunció al monarca de la categoría ante el Tribunal de Disciplina de la ANFP por “‘pagos en negro’ y la presentación de documentación falsa y adulterada a la Asociación”. Víctor Rivero, DT del cuadro de la región de Valparaíso, dialogó con AS y se refirió a la denuncia que puede repetir lo que ocurrió en su momento con Lautaro de Buin, cuadro que debió continuar en Segunda tras también lograr el título y el ascenso en 2020.

“Creo que es una denuncia que busca sacar una ventaja deportiva. Supuestamente se habla de (hechos de) los años 2021 y 2022 y el equipo que consiguió el objetivo es del 2023. La presentan dos clubes y después uno de ellos denuncia al otro. Entonces, es algo que lamentablemente ensucia el fútbol. En lo estrictamente futbolístico debiéramos centrar la atención”, manifestó Rivero, quien interrumpió momentáneamente su ciclo en el club para dirigir a San Felipe en la liguilla de la B durante noviembre.

- Por lo que dice entonces ya está planificando el 2024 en el Ascenso…

- Primero, tenemos que esperar que se resuelva esta situación (en el Tribunal de Disciplina). Es fundamental ganarle tiempo al tiempo para sostener esto que se logró este año en Segunda Profesional ahora en la Primera B.

- No había dirigido nunca en Segunda División. ¿Con qué se encontró o qué le llamo la atención?

- Primero, el tema de la denuncia en contra del club no es de llamar la atención. Casi todos los ascensos y descensos se resuelven por secretaría. Recuerdo también que una vez una definición por penales se volvió a jugar, fue insólito.

- ¿Y en la cancha?

- En lo netamente futbolístico, es una división dura. Un juego muy físico, muy directo. Además, el jugador se moviliza también por otras cosas que quizás en Primera A y Primera B, por una fuente laboral, y de alguna manera en la cancha lo demuestran. Muchas veces también juegan por su dignidad. Jugaban por un partido y les descontaban los puntos. Llegaban a un partido y les descontaban puntos. Entonces, las muestras de profesionalismo son grandísimas.

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- Sin embargo, pudo rápidamente adaptarse y Limache lideró toda la temporada…

- No, fue totalmente por mérito de los jugadores. Sabíamos que para poder conseguir el objetivo y por las características de los jugadores que trajimos, técnicos, dinámicos y de buen pie, que la única manera que podían equipararnos los otros equipos eran dividiendo el balón. Teníamos que estar preparados para jugar y también para lo otro. Cuando se jugara directo, para romper las presiones. En eso también ayudó mucho haber hecho la localía en el estadio de La Calera.

- Ah de veras…

- Una cancha amplia, con el mejor pasto sintético de Chile. Eso nos permitió también tener un buen juego. De 13 partidos de local, se ganaron 11 y se empataron dos. También están las variantes que tuvo el equipo, que fue su mayor virtud. No se repitió un 11 inicial en los 26 partidos, por distintos motivos, pero nos hizo ser un equipo impredecible.

- ¿Qué evaluación hace de la temporada al mando de Limache?

- Fue uno de los procesos más exitosos que me ha tocado dirigir. Se terminó el campeonato con una gran diferencias en cuanto a puntos con los rivales. El equipo terminó con un invicto de 20 partidos y solo un partido perdido en el año. Eso refleja un poco como quiso hacer las cosas el club, en forma ordenada y planificada, sobre todo con generar un plantel competitivo para alcanzar el objetivo.