Partió como promesa a Italia y jugó afuera una década: “Fue una carrera exitosa”
Julio Gutiérrez se sumó al Udinese tras su aparición. No logró consolidarse, pero pasó por la Serie B y también por México, Colombia y Venezuela.
A fines de los 90, Julio Gutiérrez irrumpió con fuerza en Unión Española y, comenzando la década del 2000, fue fichado por el Udinese como la gran promesa chilena. Recién había cumplido 20 años y partió a forjarse un futuro en Europa. No logró la continuidad que esperaba en su destino inicial, pero el delantero actuó por varios años en la Serie B del Calcio, tuvo un retorno de un par de temporadas a Chile y también pasó por Colombia, Venezuela y México.
Hoy, Gutiérrez es el DT ayudante del equipo primavera (Sub 20) del Udinese, vive en Italia junto a su familia y dialogó con AS para realizar un repaso de sus cerca de 17 años como jugador activo. Recordó sus inicios en el cuadro hispano, su etapa en las selecciones menores, también las convocatorias esporádicas a la Roja y se explayó en su largo internacional.
“Fue una buena trayectoria, que no me la imaginaba. En los inicios, uno siempre sueña, pero no tiene la certeza de que se pueda realizar lo que quiere. La primera ilusión es debutar en el profesionalismo, tuve la suerte de hacerlo a los 17 años. Después tuve la posibilidad de consolidarme en Unión, también ir a la Selección, a las selecciones juveniles, y así ir dando pasos y pasos. Son cosas que vas soñando cuando eres niño y después surge la posibilidad de ir al extranjero y jugar en otros países”, afirma Gutiérrez desde Udine, en el noreste de Italia.
“Para mí fue una carrera exitosa, una gran carrera. Seguramente, a muchos chicos les hubiera gustado tenerla, dentro de todo eso estoy muy contento. Después es normal que uno se pregunte si hubiera hecho esto en ese momento, si me hubiese quedado en ese equipo o si me hubiese ido antes, no sé. Pero las decisiones hay que tomarlas, después el tiempo dirá si fueron buenas o malas. Estoy muy contento con lo que hice, puede haber hecho mucho más, yo creo que todos pueden hacer mucho más. Soy un agradecido de lo que hice y de lo que pudo haber dado en el fútbol”, agrega el ex atacante, quien en Chile también actuó en Universidad Católica.
- ¿Qué le faltó para haber tenido más continuidad en la Serie A de Italia?
- Me fui muy joven y con poca experiencia de partidos en Primera División. En Unión, ganamos el campeonato en Primera B y después de seis meses me voy a Italia. Me faltó haber jugado dos o tres años, haber pasado por un equipo grande. No sé… jugar por Colo Colo, la U o Católica y haber participado de una Copa Libertadores o Sudamericana, eso te da experiencia, un roce distinto.
- ¿Debió haber demorado un poco más su salida?
- Creo que me fui demasiado virgen a Europa, si se puede decir así, muy verde, muy débil. Yo me sentía bien, estaba jugando, hacía goles, desde mi punto de vista decía “estoy bien”. Pero llegas allá y te das cuenta de que el fútbol es otro. Te tienes que adaptar, tienes que jugar tu posibilidad.
- Pero para eso era importante tener un background…
- Lo que pasa es que todos los que se fueron jóvenes al comienzo les costó para después meterse un poco en la línea. Haber tenido más experiencia, ese proceso de pasar a jugar como profesional e irse a Italia a un campeonato así tan difícil fue muy rápido para mí. Debuté a los 17 años y después a los 19 y medio me vendieron para irme a Italia. Jugué dos años y medio en el fútbol chileno y al comienzo uno no juega mucho, alterna. A los 18 años comencé a jugar en forma más continua, cuando Unión Española desciende a Primera B.
- ¿Pecó de ansioso?
- A lo mejor pude haber esperado un tiempo más, haber hecho uno o dos años más en un equipo grande. Eso me hubiese dado un roce distinto y seguramente habría llegado más preparado. Sin embargo, cuando llega la posibilidad, uno piensa que tiene que aprovecharla. Si dices que no porque necesitas tomar experiencia, a lo mejor la chance no se da nunca más. Tomar decisiones a los 18 y 19 años no es fácil. Dentro de todo, eres un chico joven que recién está empezando.
- Una difícil encrucijada en ese momento…
Claro, después, cuando llego a Italia, en ese primer año juego poco. Entraba algunas veces y más que todo iba a la banca. Incluso después pedí la posibilidad de irme a préstamo a la Serie B y allí pude jugar un poco más. Luego entre préstamos y volver al Udinese pasó un poco mi carrera.
- ¿Fue muy fuerte el golpe al encontrarse con una realidad futbolística distinta?
- El tema de los entrenamientos no fue nada distinto a lo que ya hacía, siempre dos horas de entrenamiento, la parte táctica… La diferencia era grande en la intensidad, la fuerza, estaba a años luz de lo que había vivido. Iba a un choque con un defensor, chocaba y me destruía. Y cuando estaba en Chile, más o menos, lo aguantaba. Más que todo siempre fui hábil y rápido, esos eran mis puntos fuertes. Pero si tenía que ir a la disputa con alguno, la mayor parte perdía. Esa fue la gran dificultad que tuve al inicio.
- Volvió a Chile y estuvo dos años, en Unión y también en la UC. ¿Qué evaluación hace de esa pasada por acá?
- Buena, linda, estaba ilusionado, porque volvía al país, después de haber estado seis años afuera. Volví al club que me había dado la posibilidad de debutar en el profesionalismo, donde además había pasado casi toda mi vida, llegué a Unión Española a los 10 años e hizo todas las categorías en club. Era volver a la casa y pude hacer un año muy bueno. Me fue muy bien y ahí surgió el interés de Católica, fue bastante positiva mi vuelta a Unión.
- ¿Siente que pudo tener más posibilidades en la Selección?
- Yo creo que cuando alguien va a la Selección es porque tiene continuidad y si no la tienes, no tienes posibilidades de ser llamado. Venía de los procesos en selecciones menores, te vas a Europa y piensas que, claro, ahora viene la otra etapa en la adulta. Quieres estar, llegas a Europa, pero te frenas. Yo daba el máximo para poder estar, pero a veces no era considerado. Tenía 20 años y estaba en el plantel del Udinese con jugadores que tenían 30 y ya estaban consolidados en la Serie A.
- Un panorama muy complejo.
- Te la tenías que jugar no más y no teniendo tanta continuidad es lógico que el tema de la Selección se empieza a desvanecer. El período de los préstamos en la Serie B creo que fue bueno y tuve unos llamados a nivel de partidos amistosos y convocatorias en las Eliminatorias para el Mundial del 2002, contra Ecuador y Colombia. Pero si no tienes continuidad es normal que la Selección pase un poco a segundo plano.
- ¿Qué tal su paso por Colombia?
- Fueron muy buenos, me divertí mucho. Bueno, siempre me divertí jugando, si elegí jugar fútbol fue también por eso. Fui a Colombia a un equipo grande de la capital, San Fe, la hinchada era muy importante, iba harta gente al estadio y volver a sentir eso fue importante. Pudimos ganar la Copa Colombia y con eso jugamos la Copa Sudamericana también. Además, estaba la posibilidad de pelear los primeros lugares con los otros equipos grandes de Colombia y todas estas sensaciones fueron muy buenas para mí.
- ¿Y en Venezuela cómo le fue?
- Estuve en Táchira, otro equipo grande, pero en este caso de Venezuela. Surgió la posibilidad de ir para allá, porque ellos iban a jugar la Copa Libertadores. Esa opción me atrajo mucho, para mí era un gran desafío, por eso elegí ir para allá. Ganamos el campeonato local, también la Copa Venezuela. Cuando uno juega, lo hace también para competir y ganar, y tuve la posibilidad de hacerlo también en Venezuela y Colombia. Después estuve en Mineros de Guayana y ganamos también la Copa Venezuela.
- ¿Está radicado definitivamente en Italia?
- Mira, nunca se cierran las puertas para nada. Mi vida profesional en el fútbol fue siempre de tomar decisiones y partir. Salí joven de Chile, volví y luego volví a salir. Ahora vivo de nuevo acá y quizás mañana surja una posibilidad de trabajo como entrenador en Chile por qué no tomarla. No me cierro a nada, estoy acostumbrado a moverme. Ahora, sí vivo acá en Italia, pero eso no quiere decir que voy a vivir aquí por siempre.