Entrevista AS

Pasó por el Barcelona y ahora jugará en Chile: “Estoy acostumbrado a la presión”

Tomás Andrade es el último refuerzo de Audax Italiano, elenco que está en el sótano del Torneo Nacional, y que este domingo recibe a Palestino. El volante podría debutar.

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Audax Italiano no ha tenido un buen inicio de año. Luego de cinco jornadas, la escuadra floridana es última en el Torneo Nacional con apenas dos unidades y, para colmo, rápidamente se despidió de la Copa Libertadores. Sin embargo, en el plantel itálico no dejan de creer en revertir la situación. Así lo deja claro el gran nombre que se sumó en el reciente mercado de fichajes: el argentino Tomás Andrade (25), un talentoso mediocampista creativo que es formado en River Plate.

“El club hizo una serie muy pareja con Estudiantes y le jugó de igual a igual. Se estuvo a la altura... Ahora, el objetivo es salir de abajo y empezar a sumar para pelear lo más arriba posible, porque hay plantel para eso. No tengo dudas”, afirma Andrade en conversación con AS. El trasandino, quien arribó al Audax a principios de este mes, espera debutar hoy, en el compromiso frente a Palestino (20:30). “Ya estoy habilitado”, cuenta el futbolista, cuya carrera también contempla pasos por Atlético Mineiro, Athletico Paranaense, Argentinos Juniors y Sud América.

- Se dice que lo buscaron América de Cali, Nacional de Montevideo y varios clubes argentinos, pero terminó arribando a Chile. ¿Cómo se siente al respecto?

- Sí, tuve varias cosas que, por un tema u otro, no se dieron. Por ejemplo, Nacional, Estudiantes de La Plata, América de Cali... Y bueno, al final apareció lo de Audax y se pudo hacer. Estoy muy feliz de llegar a este club y a este fútbol.

- Muchos critican el nivel del fútbol chileno. ¿Qué impresión tenía de nuestro campeonato?

- El año pasado jugué con Pablo Mouche y él me decía que es una liga en la que se juega bien, que la mayoría de los equipos intenta jugar, que tiene buenas canchas, que los equipos tienen jugadores con buena técnica... No me parece una mala liga, para nada. Tiene potencial.

- ¿Qué otra cosa le llama la atención del torneo chileno?

- Todavía no entiendo bien el tema de los juveniles que tiene que haber en el plantel. En un partido vi que un equipo tuvo que hacer un cambio por reglamento. Eso me llamó un poco la atención.

- En el 2021, usted jugó en una liga muy dura como la uruguaya, defendiendo a Sud América, y exhibió un buen nivel. ¿De qué forma proyecta su etapa en Chile? ¿Qué le aportará al Audax?

- Mis características son intentar pedir siempre la pelota y me gusta mucho gambetear, ir para adelante y asociarme con mis compañeros. Eso es lo que puedo aportarle a Audax.

- ¿Se siente con presión? Se lo consulto porque Audax está último, y los hinchas seguramente pedirán que usted marque diferencias, considerando su llamativa carrera…

- Yo debuté en River, hice inferiores ahí... Nací con la presión. Jugué en Brasil dos años, presión. O sea, estoy acostumbrado a la presión. Es lo lindo y la verdad es que me pone contento que haya expectativas en mí, y que los tenga ilusionados (a los hinchas) con lo que pueda aportarle al equipo. Lo tomo como un desafío, como una linda presión.

- Antes de formarse íntegramente en River, con 10 años fue a Europa y pasó por las inferiores del Atlético de Madrid y el Barcelona. ¿Cómo se dieron esas oportunidades y qué recuerdos tiene?

- Sí, era chico. En el 2007 se dio estar el entrenando en esos clubes. En el Atlético estaban muy interesados en que me quede, pero al final no se dio. Esa etapa de mi vida me sirvió para agarrar una experiencia diferente a la que tenían otros chicos de mi edad, y que pude aprovechar cuando volví a Argentina, al sumarme en el equipo que estaba, que era Lanús.

- ¿Recuerda con quién compartió en España?

- Compartí con Adama Traoré en el Barcelona, en la categoría alevín. Él jugaba de extremo y era bien flaquito y muy rápido. Siempre me acuerdo de él, claramente.

- Ahora ha explotado...

- Yo me río y le comento a mis amigos que, en su momento, él era bien flaquito y rápido. Eso lo mantuvo, pero se puso muy grandote (ríe).

- Hábleme en detalle de su etapa en River. Quizás no tuvo los minutos que esperaba, pero ganó varios títulos e incluso lo señalaron como el heredero de D’Alessandro…

- Yo llego a River en 2012, con 15 años más o menos. Ahí hice parte de las inferiores y en 2015 me tocó ir a préstamo a Inglaterra, al Bournemouth. Fue una experiencia linda, que me hizo volver diferente. Cuando regresé, en River me pusieron a entrenar con los jugadores que se les terminaba el contrato...

- ¿Y qué pasó después?

- El técnico que estaba conmigo antes de que me vaya a Inglaterra, me sumó nuevamente. Ahí tuve que trabajar duro para ganarme un lugar en la Reserva, demostrar que estaba para jugar, para ganarme la titularidad y, una vez logrado eso, mantener un buen nivel para que un 30 de abril del 2016, el técnico (Marcelo Gallardo) me convoque por primera vez y me toque entrar.

- ¿Cómo recuerda ese momento?

- Fue una tarde hermosa, porque me eligieron la figura del partido. Ahí empezó esa aventura en Primera División, que duró dos años y me sirvió un montón. Aprendí bastantes cosas con el entrenador. Como siempre digo, mi mentalidad de hoy en día no es la misma que la que tenía en River, pero la verdad es que no me arrepiento de nada. Me sirvió para muchas cosas.

- ¿Qué podría decir de Marcelo Gallardo? ¿Cuál es la clave de ese éxito que ha logrado mantener en el tiempo?

- Es la autoexigencia. Primero con él mismo y después con el plantel. Se exige en llegar temprano todos los días, en trabajar intensamente, y luego eso se lo traslada a los jugadores, que hace que no te relajes nunca. Trata a todos por igual en los entrenamientos, en la toma de decisiones... Eso hace que todos tengan una alta concentración y competitividad para no perder el puesto, y los demás para ganarse un lugar y seguir ganando cosas.

- ¿Y tiene algún recuerdo llamativo junto a él?

- El día que me tocó debutar, me agarró y me dijo ‘entra, tira caños, hace sombreros, písala... Hace lo que quieras’. Entré a jugar como si estuviera en el patio de mi casa. Con esa confianza, cualquiera. No me olvido más de lo que me dijo ese día.

- ¿Volver a River es una de sus metas?

- No... Mi meta es construir mi camino. Voy de a poco. Mi sueño es jugar en Europa.

- ¿Y qué le dejó su paso por Brasil?

- Fueron dos años hermosos. Quizás el 2018, en Mineiro, me tocó jugar más, me sentí más importante. Pero son dos clubes de primer nivel, en un fútbol muy lindo. Yo también estaba con ganas de volver a Brasil, pero cuando apareció lo de Chile, lo de Audax, me llamó la atención y me dieron ganas de venir para acá. Lo de Brasil es un paso que guardo con mucho cariño y que disfruté mucho.

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