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ENTREVISTA AS

Pinares se confiesa: por qué no siguió en Gremio y su ‘calvario’ en la UC

El volante regresó a mitad de año desde Turquía para recalar en el cuadro cruzado. En As, revela cuál fue el momento más complejo en su retorno.

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Pinares se confiesa: por qué no siguió en Gremio y su ‘calvario’ en la UC

Universidad Católica no vivió el mejor año este 2022. El elenco cruzado no logró revalidar su título y debió conformarse con una clasificación a Copa Sudamericana, luego de experimentar una irregular campaña. César Pinares (31) sabe que en la institución precordillerana quedaron al debe y realizó una autocrítica, en diálogo con As.

El volante, que retornó en julio desde el Altay SK turco luego de varios meses sin jugar, participó en una clínica de fútbol para niños organizada por Nike en el Club Chicureo y, en ese contexto, efectuó un balance y evaluó el desempeño de su cuadro y también su rendimiento individual. “Yo llegué a mitad de año y sabía la situación en la que estaba Católica, que no venía en una posición como las que acostumbraba, que a esa altura siempre estaba primera”.

- ¿Quedaron conformes con lo conseguido este año en la UC?

- El fútbol competitivo es difícil, y es complicado repetir lo que se hizo. Yo llegué en una situación en la que el equipo tenía que rearmarse, y volver a reencantarse después de los cambios de técnicos. Lo bueno es que, en su momento, creo que se alcanzó un buen rendimiento. Terminamos clasificando a una copa internacional, entonces fue positivo, porque no fue el mejor año de la UC y aún así nos metimos en una copa. El objetivo siempre va a ser salir campeón, pero ya que se dio así, clasificar a una copa internacional fue positivo.

“Estuve casi tres meses sin jugar, entonces, independiente de que sí estuve entrenando, no es lo mismo que jugar, que competir”

César Pinares, sobre su adaptación a la UC durante 2022

- Usted fue de los puntos altos en la recta final del Torneo Nacional, lo que coincidió con el alza de Católica. ¿Cómo se sintió?

- Me sentí bien, pero me costó agarrar ritmo sí, porque estuve un tiempo parado antes de llegar a Católica. Estuve casi tres meses sin jugar en Turquía, entonces, independiente de que sí estuve entrenando, no es lo mismo que jugar y competir. Había que volver a tener un nivel físico y psicológico, volver a estar con la pelota, estar en condiciones. La verdad es que me costó un mes, quizás un mes y medio agarrar ritmo. Pero cuando lo hice me sentí bien, disfruté del fútbol, disfruté estar en una cancha de nuevo. Luego me lesioné y lamentablemente me perdí un mes de campeonato, pero lo importante es que en el momento en que tomé ritmo me sentí bien y eso me puso contento.

- Antes de ese período complejo en Turquía, usted pasó por Gremio. ¿Saca lecciones positivas de la experiencia de haber jugado en Brasil?

- Sí, mi paso por Brasil fue positivo. La decisión de irme a Turquía fue netamente mía, al ciento por ciento, ni siquiera familiar. Cuando estuve jugando con continuidad en Gremio tuve muy buen rendimiento, me sentía bien dentro de la cancha. Pero luego vinieron cambios de técnicos, cambios dirigenciales, donde se removió todo y en un momento no me sentí dentro de la oncena y quise buscar otro aire.

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