“Pude ser futbolista, pero no tuve la mentalidad de mi hijo... Va para adelante siempre”
“En el colegio le daban tareas con una semana de plazo de entrega, pero él las quería hacer el mismo día que se las daban para poder tener tiempo de jugar al fútbol”, dice Mariano, padre de Mateo Levy a AS.


El sábado pasado, Mateo Levy vivió un momento muy delicado en el duelo del Mundial Sub 20 que México le ganó 1-0 a Marruecos en el Estadio Elías Figueroa Brander de Valparaíso, y que permitió que su selección se transformara en el rival de Chile esta noche.
El delantero de Cruz Azul sufrió sufrió una conmoción cerebral en el campo de juego luego de un choque con un futbolista africano, por lo que fue trasladado a un hospital donde recuperó el conocimiento. Horas más tarde, el parte médico de la selección mexicana indicó que Levy se encontraba “estable y bajo protocolo de conmociones y volverá paulatinamente a sus actividades deportivas”.
Unos días antes, AS habló en el Estadio Nacional con Mariano Levy, padre del futbolista de origen argentino nacionalizado mexicano. En la charla, el progenitor contó detalles desconocidos de la vida del goleador.
- ¿Qué significa para usted tener a Mateo en su vida?
- Es un orgullo. Mateo empezó a jugar al fútbol a los cuatro años, y que hoy esté en su segundo Mundial de categorías menores y acompañarlo, nos da mucha alegría.
- ¿Cómo lo describiría como hijo?
- Es muy buen chico, una persona muy responsable, te voy a contar una anécdota. Cuando chico, en el colegio le daban tareas con una semana de plazo de entrega, pero él las quería hacer el mismo día que se las daban para poder tener tiempo de jugar al fútbol. Siempre tenía dos o tres partidos por semana, entonces estaba fuera de la casa jugando. Le gusta estar mucho en casa, siempre estamos compartiendo en familia y muchos amigos de Mateo vienen a casa para estar con él los fines de semana.
- Sigue viviendo con ustedes entonces...
- Por ahora sí (ríe). Ya planteó la posibilidad de irse, lo está analizando todavía, por ahora sigue en casa. Si fuese por nosotros, nos gustaría que esté un par de años más, pero que él decida cuando tenga ganas de partir.
- ¿Cómo toman el rol de mantener enfocado a Mateo teniendo en cuenta que cada vez es más conocido?
- Es muy complejo, porque él tuvo la posibilidad de debutar a los 17 años y tres meses en Primera, pero al final sigue siendo un niño. Con responsabilidades de adulto, pero un niño. Hay que hablarle mucho, estar encima cuando las cosas no salen porque no es un desastre, o cuando salen, no es un crack o un fenómeno. Hay que acompañarlo en su proceso de crecimiento y que no se vuelva loco.
- ¿Qué hay detrás de ser familiar directo de un atleta de alto rendimiento que está expuesto a la crítica?
- Es muy difícil. Primero, que es un gran profesional, partiendo con el cuidado en la alimentación, dormir bien y no salir un fin de semana. Incluso, si tienes un resultado malo, no puedes ni salir porque juega en un club Top 3 de México, con millones de hinchas, entonces hay que cuidarse de todo eso. Y también, las redes sociales hoy son muy complejas. Nosotros como padres leemos cosas muy buenas y otras veces muy malas y hay que llevarlo lo mejor posible. Él tiene un psicólogo que lo apoya, porque es muy difícil con vivir con una fama mínima, pero a esta edad.
- Cuando usted lee alguna crítica hacia él en redes. ¿Cómo reacciona?
- Se putea para adentro (ríe). Hay que tratar de ser respetuoso con la gente por más que ellos no lo sean algunas veces. Siempre le digo ‘Mateo, la gente que te critica seguramente se está comiendo una pizza en su casa’.
- ¿Usted tuvo el sueño de ser futbolista?
- Sí, hasta los 16 años creo que tuve la posibilidad. Pude haberlo sido, pero no tuve la mentalidad que tiene mi hijo. Es un chico con una mentalidad muy fuerte, que va para adelante siempre y es muy constante.
- ¿Siente que él está cumpliendo el sueño que usted tuvo algún día?
- Sí. Uno cuando se va poniendo más grande, disfruta más viendo jugar al hijo que a uno mismo. Yo soy emocional, me lo guardo, trato de controlarlo un poco más, pero es muy emotivo que Mateo pueda representar a México. Lleva casi 10 años en México, o sea la mitad de su vida.
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- ¿Qué mensaje le gustaría dejarle?
- Que viva el proceso, que lo disfrute. Dos Mundiales no se viven tan fácilmente. Yo le dije antes de viajar que si yo tuviese su edad, me gustaría estar viviendo lo que él hoy está viviendo.
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