“¿Qué le están dando a Joe?”: la historia tras el sorpresivo goleador chileno del Torneo

Joe Abrigo volvió a disfrutar del fútbol. Luego de un 2021 complicado debido a una seria lesión en un tobillo, el talentoso zurdo de 26 años regresó a Coquimbo Unido donde está brillando, tal como lo hizo en 2020, donde integró el equipo ideal de la Copa Sudamericana. En cinco duelos de este 2022, el ex Unión Española y Ñublense, entre otros, suma cinco goles y una asistencia.

“Me esperaba empezar bien, porque trabajé para esto, pero imaginarlo de esta forma, llevando tantos goles, no lo pensaba. Pero sí me preparé para tener un buen inicio. Quería ser regular, creo que tengo otra mentalidad también”, dice Abrigo en charla con AS Chile.

- Está a un gol de su marca histórica en una temporada. La diferencia es que su récord lo logró en más de dos mil minutos jugados y hoy solo lleva 446 disputados. ¿Le sorprende?

- Sí, porque yo no soy tanto de llegar al área, me costaba mucho eso. Quizás hacía uno que otro gol, pero este año estoy siendo un jugador más completo, más vertical y eso ha hecho que tenga más chances de marcar. Sé que he convertido de penal y eso me motiva a seguir haciendo goles.

- ¿Cree que Coquimbo es su lugar en el mundo?

- Sí. Creo que acá me siento muy cómodo, ya lo he dicho antes. Más que un club, ha sido mi segunda casa. Los utileros, los doctores, kinesiólogos y todas las personas del club me hacen sentir muy bien. Para qué hablar de la hinchada. Sabía que estando acá podía retomar mi mejor nivel, porque es un club muy familiar.

- ¿Cómo hizo durante la pretemporada para mentalizarse y retomar el nivel que lo hizo brillar en 2020? Su 2021 fue muy complicado...

- Primero que todo, sabía que era ponerme a punto físicamente. El año pasado no había tenido la posibilidad de hacer una buena pretemporada por la lesión grave que tuve (corte de ligamentos del tobillo). Básicamente fue pensar primero en la lesión, en ponerme firme y mejorar la parte física.

- Ante Deportes Antofagasta usted marcó un golazo producto de una gran jugada individual. ¿Fue la inspiración del momento o en los entrenamientos los hace seguido?

- (Ríe) En las prácticas sale más seguido, porque no es lo mismo, pero en el partido cuando ya iba en carrera, pensé en hacer eso y por suerte salió.

- ¿Qué le dijeron sus compañeros?

- Un compañero a la salida del estadio, comentando donde estaban nuestras parejas, le preguntó a mi señora: ‘¿qué le estai dando a Joe que está tan bueno para la pelota?’ (ríe).

- ¿Siente que esa primera victoria puede significar el despegue del club en su vuelta a Primera?

- Creo que en varios partidos tuvimos al menos un tiempo en el que manejamos el trámite. Con Palestino fuimos amplios dominadores en el segundo tiempo, lo mismo con La Serena. Veníamos jugando bien. Solo con Everton nos vimos muy sobrepasados por momentos. Pero estaba claro que necesitábamos ganar para salir de esa mala rachita en la que estábamos.

- ¿Qué ha significado para usted compartir equipo con futbolistas de la talla de Esteban Paredes?

- Tenemos muy buena relación. Sumo también a Gonzalo (Jara), que son grandes personas, ni hablar como jugadores. Con ambos puedes hablar de cualquier tema o tirar una broma y eso hace mucho mejor la convivencia grupal. Por ejemplo, el tema de los penales ya lo habíamos hablado con Esteban antes del primero que nos cobraron (contra Universidad Católica). Él me dijo que si me sentía con confianza, que pateara. Lo mismo pasó con La Serena. Lo miré y me dijo que le pegara yo. Gonzalo (Jara) no sabía que yo los tiraba, por eso le decía a Paredes que lo hiciera él (ríe).

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El renacer de Abrigo

La temporada 2021 fue una muy amarga para Abrigo. Lesionado en el último partido de la campaña 2020 -que desembocó en el descenso de Coquimbo Unido-, el zurdo pasó a Unión Española, donde una rebelde lesión de tobillo no le permitió jugar en el inicio con Jorge Pellicer. Ya con César Bravo en el banco hispano, las chances desaparecieron.

“Fue un bajón muy grande para mí. Tenía ofertas del extranjero, pero me lesioné en ese partido contra Palestino el día que bajamos. Después se dio lo de Unión, donde estaba el ‘Profe’ (Jorge) Pellicer, a quien le agradezco por haber confiado en mí aún sabiendo que iba lesionado y lamentablemente, para mí, él se tuvo que ir. Sabía que si él seguía, yo hubiera jugado, porque era lo que él quería. Me había dicho que me iba a esperar”, indica.

- ¿El no poder tomar las ofertas del extranjero fue lo que más lo golpeó en ese momento?

- Claro, porque uno siempre aspira a poder salir, a tener otro tipo de vitrinas, ya sea para la Selección o para que te ayude más económicamente. Después traté de apurar la recuperación lo máximo posible y creo que ahí estuvo el error. Hasta el día de hoy tengo molestias en la zona a veces.

Pasó a Ñublense (leer Parte II) y allí fue el inicio de su recuperación. “Me llamó el ‘Profe’ Jaime (García) y le dije que encantado iba a Ñublense. Allí volví a estar más contento en el fútbol, porque estaba perdiendo las ganas”.

El DT del actual líder del fútbol chileno fue clave para su renacer. “No me estaba sintiendo importante. Después de haber hecho semifinales en la Sudamericana, en el equipo ideal de esa copa, fue duro no jugar. Por suerte pude trabajar con el ‘Profe’ Jaime para recuperar la motivación”, cierra.

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