Entrevista AS
“Quizás ninguno me recuerda, pero es un orgullo haber estado en el inicio de la Generación Dorada”
Hugo Droguett repasa su carrera y afirma: “Sería muy egoísta decir que no hice lo que pretendía. Me siento reconocido”. Su pasado en la Roja lo hace feliz.
“Estoy bien, tranquilo. Al principio fue un poco duro, porque no estaba en los planes retirarme en la forma que me tocó, pero ya después, con el paso de los días, uno va asimilando y viendo qué hacer en el camino”. A tres meses de su adiós al fútbol profesional, Hugo Droguett (39) conversa con AS. Lo hace desde Temuco, donde está radicado, para repasar su carrera. Una que se extendió por más de 20 años.
“Hoy disfruto a la familia y salgo un poco más, cosas que antes no podía hacer por las concentraciones y los entrenamientos, y también inicié mi escuelita de fútbol”, cuenta el ex volante. Además de la Roja, la UC, la U, Tecos, Morelia, Cruz Azul, Deportivo Cali y Deportes Temuco fueron algunos de los clubes que defendió.
- Usted decía que su carrera no terminó de la mejor forma. ¿Por qué se dio así?
- Terminé contrato en Deportes Temuco y no se me dio la oportunidad de seguir. Tampoco surgió una oferta de otro equipo, así que lo más idóneo era colgar los botines. Si ya no se dio, va a ser muy difícil que hoy, en este periodo de pases, pueda suceder lo contrario.
- ¿Cómo lo trataron en Deportes Temuco?
- No voy a referirme a eso. Terminé contrato, el club decidió que no siguiera y ya está.
- ¿Todo bien en su relación con Temuco?
- No, es que yo soy un trabajador. No tengo por qué tener relación...
- Pero de buena onda, al menos, con la gente del club.
- Es que no tengo relación con ningún dirigente de algún equipo en el que haya jugado. Soy un trabajador más y así me banqué toda mi carrera.
- ¿Quedó conforme con lo que hizo en el fútbol?
- Sí. Uno siempre puede pensar ‘pude haber hecho esto o lo otro’, pero sería muy egoísta decir que no hice lo que pretendía. Todo lo que hice fue a través de mi propio esfuerzo, así que me puedo sentir conforme. En lo grupal, no fue como quería, y personalmente, logré muchos objetivos. Creo haber cumplido todo: empecé en un club grande (UC), jugué en equipos de no tanta relevancia, pasé a otro grande (la U), salí al extranjero y jugué por Selección de mi país.
- ¿Cómo concluyó en términos financieros?
- Más que nada, yo no estaba preparado para terminar mi carrera de la forma que fue. Entonces, lo ideal hubiese sido comenzar jugando y terminar jugando. La segunda parte no se me dio, pero lo demás, todo tranquilo. Yo no quise hacer más nada más, porque dediqué toda mi energía en el fútbol. Pero en lo demás, uno tiene que ir viendo en el camino para dónde va tu vida.
- ¿Se siente reconocido por el medio nacional?
- Por la gente, yo creo que sí. Por los medios, no sabría decirte. Siento que sí. Por algo tú también me estás llamando. Seguramente, yo podía haber sido mucho más, pero no estoy en la cabeza de toda la gente. Tampoco puedo criticar a nadie. Lo que es, es, y no le doy más vuelta a eso.
- Sobre su etapa en México, ¿es cierto que fue el jugador más caro del Draft 2008?
- Pucha (ríe), no sé si el más caro. Es que había muchos jugadores, pero por lo que se habló... Esa vez, el traspaso fue de tres millones de dólares, de Tecos a Morelia. Pero todo ese dinero se lo llevaba el club, aunque sí recibí un buen sueldo en Morelia.
- ¿Cómo la pasó allá?
- Bien, estoy muy agradecido de todo lo que viví en México. Pudo haber sido más, pero bueno. El fútbol tiene esas cosas, que a veces uno no las puede sostener. Yo tenía contrato y todo, pero tuve que salir por equis motivo.
- En su carrera, usted también jugó en el fútbol de Corea del Sur. ¿Qué fue lo más extraño o curioso que le tocó ver? Allá hay otra cultura.
- Nunca pensé que iba a jugar en un medio como el asiático, pero tuve la suerte de que también fui a uno de los clubes grandes y lo pasé increíble. Fue una experiencia inolvidable, tanto para mí como para mi familia. Y bueno, las costumbres... Un día, sin saber, obviamente por el idioma, porque recién estaba llegando, iba en el bus hacia el estadio, llamando a familia. Yo hablaba y todos mis compañeros me miraban. No entendía por qué. También me hacían señas y seguía sin entender, hasta que me dijeron que, en la cultura coreana, para ir al estadio, es concentración absoluta. No se puede escuchar música y no se puede hablar por teléfono hasta después del partido. Cuando estés en tu casa puedes hacer lo que te dé la gana. Para mí fue como un poco chocante (ríe), pero lo entendí.
- Era todo un ritual, entonces...
- No ritual, pero es que ellos son concentración absoluta. Cualquier detalle que no sea como ellos lo tienen planificado, en caso de que no sea un buen resultado después, como que culpan a esas cosas.
- ¿Cuál fue el mejor momento de su carrera?
- En Chile, sin duda que en la U. Me dio un salto de calidad. Había jugado en Temuco, después había ido a la U de Conce, que estaba surgiendo muy fuerte con tan poco tiempo en Primera, jugando Libertadores. Pero jugar en la U fue la guinda de la torta. Llegar a un grande no es fácil, cuando vienes de equipos que no son tan relevantes en el medio, y creo haberlo hecho de buena manera, jugando muy poco. Duré un año nomás, podría haber sido más, pero bueno... Mi rendimiento me llevó a México.
- ¿Y cuál fue su mayor dolor en el fútbol?
- En la U también tuve la suerte de poder jugar dos finales, pero, lamentablemente, no las pudimos ganar.
- Sobre la Roja: usted fue seleccionado y allí pudo compartir con Eduardo Berizzo. ¿Qué le pareció su llegada a la Selección?
- Estuve muy poco igual, en la primera parte nomás. Después, difícil predecir todo lo que él iba a hacer como técnico. Me parece que es una buena elección, él conoce el medio, a la mayoría de la Generación Dorada, y puede plasmar su idea de juego con los jugadores que quiera utilizar en su sistema.
- ¿Qué le genera haber compartido con jugadores que marcaron una época? La Generación Dorada...
- Es un orgullo haber jugado con ellos, haber estado en sus inicios. Seguramente, ninguno se acuerda de uno, porque igual eran chicos... Después fue pasando el tiempo y yo no estuve en esa etapa de éxito.
- ¿Lo recuerda con nostalgia ahora que está retirado?
- No, al contrario. Siento felicidad y orgullo de haber sido parte de la Selección.
- ¿Qué reflexión haría del fútbol chileno? ¿Cómo lo ve desde afuera? Dirigentes, representantes, nivel de los clubes en copas internacionales…
- Lamentablemente, en Chile nos cuesta mucho poder liderar un proceso. No sé si no están (las condiciones) o no se quiere realmente... La cosa es que cuesta mucho en lo internacional. Solamente pudimos ponernos en un nivel alto con la Generación Dorada, con la U de Sampaoli, lo más cercano. Y con el tema de los representantes, uno no puede opinar, pero no sé si le están haciendo tan bien al fútbol chileno.
- ¿Trabajó con representante en su carrera?
- En su momento igual tuve mi representante. Bueno, antes tampoco es que había muchos como en la actualidad. De los que yo pude conocer, en mi mejor momento, habrán sido unos 10 o menos. O más. Hoy en día hay cientos (ríe).