Se formó en la U, jugó en Tahití y ahora es emprendedor: “Di lo mejor de mí y no se dio nomás”
El defensa de 23 años se retiró después de formarse en los azules y pasar por el Central Sports, club con el que jugó la Champions League de Oceanía.
Sergio Sandoval hizo todo el proceso de formación en el futbol: pasó por Universidad Católica y Universidad de Chile, club donde incluso se coronó campeón en las categorías inferiores.
Hoy, a los 23 años, se encuentra retirado y cuenta con dos emprendimientos: ser representante de una marca de yerba mate en Chile y una pyme de accesorios para hombres. “Hay una falta de oportunidades y espacio para juveniles en el primer equipo. Generalmente traían gente de afuera y se cometieron errores por parte del club”, explica sobre su paso por la U.
- ¿Hay algún culpable de esto?
- Creo que la institución. No lo digo solo por mí, sino que por mis compañeros. En general, el plantel que teníamos jugábamos de igual a igual con el primer equipo o les ganábamos. No puedo decir nombres, pero hubo un mal manejo de situaciones en torno a todos los jugadores de esa edad, que deberíamos haber subido todos y nos mandaron a préstamo.
- ¿Qué lo lleva a tomar la decisión de salir?
- No había espacio en el primer equipo. Más que un proyecto a largo plazo, ellos se preocupaban de los objetivos de ese momento. Querían resultados inmediatos, que un juvenil no los iba a dar, porque es un proceso largo.
- ¿Qué recuerda de la U?
- En general, todo. Los profesores, como el profe Marcelo Jara, toda la infraestructura que había y la pasión por como se jugaban los partidos. Los compañeros de la categoría, los buenos momentos o cuando salimos campeones contra católica. Más que nada el calor humano y la pasión que había en la U.
Su paso por Tahití
- ¿Cómo se dio la opción de llegar a Tahití?
- El ayudante técnico era chileno y vino a ver jugadores para reportárselos a la Champions de Oceanía. Estábamos jugando los playoffs y ahí me vieron. Fui solo, sin mi familia, pero con tres jugadores más que eran chilenos, aunque eran más grandes, porque tenía 23 ó 24 años.
- ¿Cómo fue el paso por una liga así?
- Fue algo muy lindo. Fue mi primera experiencia con un plantel profesional en un futbol más rudo, con jugadores super desarrollados, en una liga que era como una segunda división de Chile. Para mí, que tenía 18 años, fue un lindo proceso y muy competitivo, Jugué todos los partidos, incluso en la Champions de Oceanía.
- ¿Qué rescata del país?
- Es algo completamente diferente. La cultura, la gente, se vive mucho más relajado. Al ser una isla, el ritmo de vida es más tranquilo y no se anda tan estresado. Además, las playas y toda la cultura de allá son maravillosas.
- ¿Qué encontró más extraño?
- Toda la cultura de allá que es la maorí y es muy místico. Todos eran así, además de ser humildes y austeros. Por ejemplo, el presidente llegaba en moto, andaban todos en hawaianas y era muy relajado el ambiente.
- ¿Cómo califica su experiencia?
- Fue maravillosa. Todavía tengo contacto con uno de mis compañeros, Diego Cifuentes. Es como mi hermano, vivíamos juntos, compartíamos pieza, nada que decir. También con el ayudante técnico, Efraín Araneda, que es un amigo y lleva alrededor de 18 años allá.
Vuelta a Chile, retiro y emprendimientos
- ¿Por qué volvió a los seis meses?
- Fue por una mala gestión. Nunca me hicieron contrato en la U y para ir a Tahití me lo debieron haber hecho, pero no quisieron. También está el tema de que no tenía representante y me afectó en el manejo de las situaciones y negociaciones.
- Luego jugó en Puerto Montt y Provincial Ovalle. Ahí se cortó los ligamentos y decidió retirarse. ¿No intentó volver a jugar?
- Me fui a Parral, pero empezó la pandemia. Ahí ya tenía la decisión de dejar el fútbol, porque, después de Ovalle, estuve a prueba en equipos, pero por mi lesión no me querían dejar ni arriesgar.
- ¿Y como se origina su emprendimiento de yerba mate?
- Todo partió cuando estaba en Puerto Montt y con mis compañeros tomábamos mate. Yo no sabía mucho del tema y vi que la cultura del mate crecía de a poco, era un producto super saludable y natural. Como tenía mucho conocimiento del mundo del fútbol sabía que todos los futbolistas tomaban mate y quise traer una yerba.
- ¿Cómo le funcionó?
- Funcionó de buena manera el emprendimiento, ahora soy representante de una marca en Chile, la que toman los futbolistas de la Selección. Rey Verde se llama. Estamos llegando a algunos supermercados y creciendo a gran nivel.
- En sus redes sociales promociona un segundo emprendimiento de accesorios, aros y joyas para hombres. ¿Cómo se le ocurrió?
- Vi una necesidad en accesorios para hombres, decidí explorarla y estamos empezando. Sin embargo, la yerba mate es donde estamos más fuerte. La hice con mi mejor amigo, Martín Barón.
- ¿Se arrepiente de algo?
- No me arrepiento de nada, porque mis decisiones me han hecho ser quien soy ahora, Con el pasar de los años, uno se da cuenta de que todo pasa por algo. En el fútbol, tampoco me arrepiento de nada, porque siempre fui profesional, me cuidaba, daba lo mejor de mí y no se dio nomás.