ENTREVISTA AS
Tiene 19 años, es chileno-ecuatoriano y brilló ante la UC: “Pensé que no me citarían”
Llegó como lateral a Coquimbo, pero Fernando Díaz lo transformó en volante y fue una de las figuras del triunfazo ante Católica. “No me puedo marear”.
La fecha 3 del torneo fue muy especial para Levit Béjar (19). Ante Universidad Católica, el joven futbolista chileno-ecuatoriano fue uno de los más destacados en el agónico triunfo de Coquimbo sobre la UC, que le significó a los ‘piratas’ sumar su primer triunfo en el Campeonato Nacional 2023.
Su alegría se refleja ni bien atiende la llamada de AS Chile. “Primero que todo, agradecerle a Dios y a mis profes, que me dieron la oportunidad. No habían sido mis mejores días, estuve un poco bajoneado y llegué a pensar que no me citarían, pero no perdí la fe”, indica el lateral reconvertido en volante por Fernando Díaz.
“Me habló mucha gente para felicitarme. Fue lindo, pero traté de que no se me fuera a la cabeza, porque es un partido solamente. Mi carrera está recién empezando y no me puedo marear. Estoy más maduro y sé que si el día de mañana me toca salir de la citación, voy a tomarlo de la misma forma que cuando me toca jugar”, añade el ex Universidad de Concepción.
El chileno-ecuatoriano que sorprendió a la UC
Béjar vivió toda su vida en Chile, pero también tiene sangre ecuatoriana. “Mi padre es de allá. Yo a Ecuador solo fui cuando jugamos la Libertadores Sub 20 con la U. de Conce. Nunca por vacaciones. Yo quería jugar esa copa porque era allá (ríe). Era la primera vez que salía del país y fue un sueño que pude cumplir”, cuenta sobre su origen.
- Anteriormente dijo que pensó que no sería citado ante la UC. ¿Por qué?
- Es que tuve un problema personal en la semana y estuve un poco desconcentrado en los entrenamientos. Sentí que no di lo mejor de mí en las prácticas porque mi cabeza no estaba ciento por ciento enfocada. Me equivocaba en cosas súper fáciles.
- ¿Su DT se dio cuenta de eso?
- Sí. De hecho, un día me preguntó qué me pasaba y le conté. Me dijo que estuviera tranquilo y me dio mucha confianza. Justo en el último entrenamiento, el ‘profe’ me dice que sería titular.
- ¿Cómo reaccionó?
- Me sorprendí, pero a la vez estaba muy feliz. Dormí tranquilo, pero tenía muchas ganas de jugar, de que llegara el día. Estaba ansioso, porque hace rato no era titular.
- Usted fue presentado como lateral, pero Fernando Díaz lo ha puesto en el mediocampo. ¿Había jugado en esa zona de la cancha?
- Nunca. Siempre fui lateral o puntero. En realidad siempre estoy a disposición de los profes, y la verdad es que me he sentido cómodo en el puesto.
- ¿De qué forma vivió la previa?
- Fue bacán, porque mis compañeros me hacían bromas para distender. Me decían que comiera porque no me querían ver acalambrado (ríe), otros me decían que estaba cagado (ríe). Yo les decía que no y la verdad era esa. Traté de tomarme todo con calma y con la mayor responsabilidad. Además, fue la primera vez que jugué en un estadio con tanta gente.
- En su club lo destacaron como una de las figuras contra la UC. ¿Cómo calificaría su actuación?
- Soy bastante autocrítico, pero sí te puedo decir que me sentí muy cómodo, disfruté, lo pasé bien. Como me dice el ‘profe’, tengo que jugar como si fuera mi último partido. Mi papá también me dice que tengo que dar todo siempre y creo que lo hice. Lo hizo más genial ganar en los descuentos. Fue una emoción muy grande.
- ¿Qué sintió al enfrentar a jugadores de la jerarquía que tiene la UC?
- Antes y durante el partido traté de pensar que eran igual que yo. Después, ahí sí que dije: ‘¡oh, jugué contra Zampedri, Mena, Isla!’. Caí después de jugar.
La especial llamada que cambió la carrera de Levit Béjar
Hasta 2022, Levit Béjar defendió la camiseta de Universidad de Concepción, equipo al que llegó en 2020 a las series menores y en el que debutó en el profesionalismo. En diciembre del año pasado, un llamado telefónico en una fecha muy especial lo sorprendió.
“Yo digo que mi llegada a Coquimbo fue algo de Dios. El día de mi cumpleaños, me preguntaron desde el club cuál era mi condición en Universidad de Concepción. Ese día me propusieron venir y les dije que sí de inmediato”, rememora.
“Era una oportunidad que cualquiera espera. Me encontré con jugadores de mucha experiencia, me sorprendí por la calidad humana. Yo pensaba que mis compañeros podían ser más pesados, pero son muy humildes. Te apoyan, te aconsejan, te dan la confianza y eso ha generado que pueda ir desarrollando mi juego”, cierra.
