Una caída que duele y preocupa

En los primeros minutos, Chile se vio asfixiado, sin posibilidades de salidas limpias y con peligrosos acercamientos de los argentinos. Rodrigo de Paul fue el primero en asustar a la zaga chilena, pero su remate a los 10′ fue desviado por Matías Catalán. A la jugada siguiente, Julián Álvarez elevó su remate desde dentro del área tras un córner.

La presión argentina no cesó en los minutos posteriores y las opciones de gol se sucedieron. De Paul otra vez fue protagonista con un tiro que tapó bien Gabriel Arias y después Nicolás González cabeceó con libertad y provocó la estirada del portero nacional.

Así, hubo que esperar hasta los 26 minutos para presenciar la primera chance de la Roja. Víctor Dávila recuperó una pelota y se la dio rápido a Eduardo Vargas, pero el delantero no pudo sacar el tiro ante la marca de Nicolás Otamendi.

En los minutos posteriores, la supremacía albiceleste se mantuvo, aunque carecieron de claridad en los metros finales. Chile, por su parte, con muy poco, estuvo a un paso de remecer el partido. Matías Catalán cabeceó de gran forma un centro de Mauricio Isla, pero el balón se fue al palo de manera caprichosa.

Esa última jugada hizo que la Roja se fuera al descanso con un sabor no tan amargo, aunque esa sensación no duró nada. Al inicio del complemento, un centro rasante de Julián Álvarez y un amague de Lautaro Martínez le permitió a Alexis Mac Allister anotar el primero. El gol profundizó aún más los múltiples ripios de Chile y varios rendimientos, ya deficientes, quedaron aún más en evidencia.

Así, Marcelino Núñez, de los más bajos del equipo, y Víctor Dávila, condicionado por una amarilla, salieron para darle ingreso a Williams Alarcón y Carlos Palacios. Luego entraron Claudio Baeza y Eugenio Mena, pero nada cambió.

De hecho, a los 84′ Julián Álvarez le puso más justicia al marcador y anotó el segundo tras un soberbio tiro que dejó sin opciones a Arias. Ni con eso Chile despertó y sólo un remate de Carlos Palacios, el mejor de los que ingresó en el segundo tiempo, creó algo de peligro. Sin embargo, esa aproximación no fue más que un hecho aislado. El equipo de Gareca fue superado por todos lados y el panorama fue aún más gris con el 3 a 0 que anotó Paulo Dybala.

La Roja ahora mira a casi todos desde muy abajo y el duelo con Bolivia pasó a ser más vital que nunca.