“Vengo de un lugar vulnerable... Crecí en una familia disfuncional y mi padre era alcohólico”

El utilero Wilson Vásquez recuerda con felicidad sus días en la Roja. Ahí trabajó por casi 18 años e hizo grandes amistades, pero también logró conseguir muchas camisetas, por medio de los propios jugadores. El profesional ve hoy esos regalos como verdaderos tesoros.

Y es que, hace más de una década, Vásquez y su familia crearon la Fundación Corazón Sano in Sport y, a partir de eso, comenzaron a exhibir las camisetas a niños y adolescentes en riesgo social de diversos países, junto con dar charlas basadas en los valores.

En entrevista con AS, Wilson Vásquez habla de esa noble iniciativa. “Ya llevamos más de 10 años con la fundación y hemos llegado a más de 25 mil niños y adolescentes, en 10 países, donde una de las actividades principales es un museo de camisetas. Ahí terminamos dando charlas de 5-10 minutos, sobre los de valores de vida”, cuenta.

- Es muy destacable lo que hace...

- A los niños les hablamos para que no claudiquen, para que valoren la amistad, el buen trato... Entendí que mi pasar por el fútbol tenía que canalizarlo en algo, porque uno viene de lugares vulnerables y no tuvo la posibilidad de escuchar a una persona que haya estado en el fútbol, y que entregue consejos para el crecimiento personal.

- ¿Se ve reflejado en esos niños?

- Bueno, mi historia no es tan alejada a lo que ellos viven en la población. Ellos pueden permitirse soñar y concretar. El contexto social no debe determinar lo que ellos puedan llegar a hacer en el futuro. Por ejemplo, yo nací en la población y perdí a mi papá a los nueve años. Crecí en una familia disfuncional, solamente con mi madre, porque mi papá era alcohólico y tomó decisiones equivocadas, que nos hizo crecer en situaciones vulnerables tremendas. Pero mi mamá siempre estuvo ahí, sacando adelante a la familia.

- Eso es importante...

- Yo podría estar quejándome de mi pasado, pero Dios me dio la claridad para poder canalizarlo como una herramienta positiva. A los niños no les transmito cosas por haber escuchado o leído algo. Lo transmito porque lo viví y sé que se puede salir adelante.

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- ¿Siente que ha ido dejando un legado?

- Yo creo que sí, en el sentido de poder llegar a tantos niños y adolescentes. Una vez, un muchacho me dijo ‘tío, sabe que estuve en una presentación de usted de hace 10 años y hoy estoy estudiando en la universidad’. Esa es la siembra positiva... Pudo salir adelante, logró objetivo y desarrolló su sueño.