¡Vergüenza máxima! El momento que paralizó el Clásico

Otra vez los grupos delictuales del fútbol marcaron presencia en un clásico entre Universidad de Chile y Universidad Católica. Cuando se cumplía el minuto 31, cayeron una serie de fuegos artificiales en la zona central del recinto que afectaron al cuarto árbitro del encuentro, Diego Flores, en el Ester Roa de Concepción.

Inmediatamente, el juez Francisco Gilabert suspendió el partido y se dirigió a camarines junto al staff referil. Tras esto, también cayeron a la pista atlética varias bengalas encendidas que fueron apagadas por bomberos presentes en el recinto.

Después de algunos minutos, los jugadores de ambos equipos abandonaron también el terreno de juego. Lo ocurrido fue el punto final de lo que había sucedido antes en el Clásico Universitario.

En el inicio del encuentro fueron constantes las detonaciones de fuegos artificiales. Ocurrió en el sector sur del Ester Roa y varios elementos pirotécnicos cayeron cerca de la presencia de Cristóbal Campos. Sin embargo, el juez Gilabert optó por mantener la continuidad del partido.

Extraoficialmente, trascendió que los hechos acontecieron debido a que no permitieron el ingreso de elementos de animación la barra de la U. Ni lienzos, ni bombos, nada de lo que tenían preparado algunos seguidores azules pudieron finalmente ser utilizados en el Clásico.