Entrevista AS | Parte II

“Vi entrar la lluvia a mi casa y escuché cómo se iban a los tiros al lado... Estoy orgulloso de mi carrera”

“Muchas veces me tocó caminar 10 kilómetros para ir a entrenar, porque la plata no me daba... Debuté como profesional contra Nacional en el Parque Central. Fue un sueño”, afirmó Briam Acosta.

“Vi entrar la lluvia a mi casa y escuché cómo se iban a los tiros al lado... Estoy orgulloso de mi carrera”
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Briam Acosta está en un gran momento de su carrera. El volante uruguayo llegó a Copiapó en el verano y, según reveló en la primera parte de su entrevista con As, se adaptó rápidamente al club nortino.

Sin embargo, su historia está llena de sacrificio y esfuerzo. Así lo asegura a este medio: “He hecho una carrera linda y bastante sufrida por lo que es el fútbol uruguayo. Me tocó estar en equipos donde no cobraba en dos o tres meses, hasta más”.

“Muchos de mis compañeros me preguntaron por qué Uruguay saca tantos jugadores y yo creo que es por querer salir de eso, de no cobrar en fechas y de los salarios bajos”, complementó.

- ¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?

- Inicié como profesional de grande porque de más chico fui a probarme a equipos como Peñarol y Defensor Sporting. En Peñarol no quedé y en Defensor estuve a prueba tres meses. Me dijeron que me iban a fichar y nunca lo hicieron. Un día dije “me voy”. Además, el equipo en el que jugaba en el interior del país, que no era profesional, me llamó para jugar los partidos decisivos de ese año. Desde ahí me centré en jugar en mi club, no tenía la ilusión de ser profesional porque ya tenía 16 años.

- ¿Después tuvo otra chance?

- Un representante me llevó a Juventud de Las Piedras. Ahí llegué a cuarta división a los 18 años. Era juvenil. El club me prometió viáticos y no me los dio. Me fui a vivir con una tía y tuve problemas, así que me fui a vivir solo a esa edad. También trabajaba en una tienda de deportes, donde vendía calzado y ropa deportiva. Me las rebusqué. A los 19 me subieron a primera. Me lesioné y al siguiente año vino otro DT que me dejó en reserva. Estaba muy desmotivado.

- Su carrera dio un giro...

- Antes del campeonato intermedio echaron al técnico. No quería seguir, pero un día hicieron un amistoso y me quedé mirando, después de entrenar con reserva. Me dijeron si me podía quedar, porque faltaba uno. Me pusieron y me fue muy bien. Dos días después me dijeron que iba a entrenar en primera. Después de entrenar, vino el ayudante técnico y me preguntó “¿cómo estás? ¿cómo ves al equipo?”. Le respondí que bien y luego me dijo “adáptate rápido porque el fin de semana vas de titular”. Debuté como titular ante Nacional en el Parque Central. Fue un debut soñado.

- Más allá de lo que describe, ¿qué le motivó a seguir luchando para llegar al profesionalismo?

- El hambre de jugar al fútbol. Desde los cuatro años estaba con la pelota en los pies. Siempre estuvo el sueño. Si bien se me apagó un poco la ilusión de llegar tan chico, seguí luchando y por suerte se dio. Estoy contento de la carrera que he hecho.

- ¿Su familia fue importante para que usted siguiera buscando una oportunidad en el fútbol?

- La familia siempre acompañó, aunque un poco les mentía. Cuando me fui a vivir solo, las condiciones no eran las mejores. Ellos pensaban que vivía bien pero no era así. La casa donde vivía tenía cocina, comedor y el cuarto en 2x2. Era todo chiquito. Cuando llovía, veía entrar el agua desde la puerta hasta el baño. Se escuchaban los ratones en el techo. Era un barrio complicado. Varias veces se iban a los tiros al lado de mi casa, porque había una boca de droga. Yo le decía a mis padres que estaba bien. Un día fueron a visitarme y al otro día me escribieron para decirme que regresara a mi casa, pero yo les dije que no me iba a ir y que la iba a seguir luchando. Muchas veces me tocó caminar 10 kilómetros para ir a entrenar, porque la plata no me daba. Salía de entrenar a las 12:00 y a las 13:00 ya entraba a trabajar, hasta las 22:00 o más tarde.

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- ¿Está conforme con su carrera?

- Fue de mucho sacrificio, donde uno la sufrió, pero hoy estoy donde estoy gracias a ese sacrificio. Uno mira para atrás y si bien tuve muchos errores, estoy orgulloso de mi carrera y de lo que estoy formando.

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