“El deporte me salva la vida”

Eran alrededor de las 11 de la mañana y Claudio Orrego cruzaba la meta del Maratón de Santiago 2022. El reloj del gobernador de la Región Metropolitana, que participó en los 10 kilómetros, marcó 52 minutos y 14 segundos. “¡Qué alegría volver a correr este evento con miles de deportistas!”, fue la reacción de la autoridad elegida democráticamente. El ex alcalde de Peñalolen disfrutó la jornada.

El gobernador Orrego es un fanático del deporte. Del running y de otras disciplinas. Por ello es que la actividad ha tenido un rol preponderante, tanto en la campaña como en la administración regional. En conversación con AS, la autoridad habla de sus grandes pasiones y deja un compromiso para el futuro.

- Es ciclista, runner...

- Andinista, también (ríe).

- ¿Desde cuándo es deportista?

- Fui deportista desde el colegio. Hacía distancia de medio fondo o salto con garrocha, pero mi alma de scout es lo que me ha llevado a la vida al aire libre. Me gusta la montaña, me gusta correr y me gustan todas las bicicletas: la urbana, la de ruta y la de montaña.

- ¿O sea el deporte es un tema importante en su vida?

- Es la manera de liberarme. La meditación y el deporte me salvaron cuando estuve encerrado en la pandemia. Yo creo que las personas que practican deporte de manera regular, cualquiera e independiente si es competitivo o no, son más felices, con mejores energías y con menos problemas de salud mental. Lo digo por mi experiencia y no por ideología. Como le escuché a un doctor, correr con un par de zapatillas es la terapia más barata: nos ayuda a estar con la cabeza más concentrada y focalizada.

- Incluso estuvo en el Maratón de Nueva York. ¿Qué lo motivó a viajar?

- Yo siempre quise correr un maratón, pero lo veía como un imposible por mi agenda de servicio público. Entonces dije ‘cuando salga de la Intendencia, me voy a preparar y voy a correr una’ y todo el mundo me decía que la más linda es Nueva York. Así que fui a correr los 42K allá y fue una maravilla.

- ¿Y la dificultad?

- Yo creo que no es tan fácil porque tiene los puentes y son bien complicados. Entrené seis meses, bajé 10 kilos, corrí y la disfruté. Fue una fiesta. Eran unas 50 o 60 mil personas corriendo esa distancia: viejos, jóvenes, ricos, pobres y de todas las religiones. El deporte también une y le da identidad a las ciudades.

- ¿Ese es el camino a seguir?

- El Maratón de Nueva York me demostró algo que yo había escuchado muchas veces: que la ciudades que tienen eventos deportivos de escala internacional también se promueven a sí mismas. Por eso, la gente del Maratón de Santiago sabe que aquí tienen a un hincha. No me meto en las peleas chicas, solo espero que cada vez participen más personas.

- ¿Ya tiene en la mira otro Major? ¿Berlín?

- De hecho, me gané la lotería de Berlín, pero llegó la pandemia y no pude ir. Y ahora ya no sé si voy a poder entrenar lo que se requiere para eso por mi pega, pero ahí está en espera. Sigo haciendo deporte y eso me salva la vida.

- ¿Santiago puede llegar a ser una ciudad ciclista?

- Nosotros prometimos en la campaña que tengamos 200 nuevos kilómetros de ciclovía, pero ahora estamos buscando una manera de llegar a los 900. Yo quiero que Santiago sea la ciudad más pedaleable y caminable de América Latina. Está bien que tengamos autos, pero la buena ciudad no se define con la cantidad de vehículos.

- ¿Cómo se define una buena ciudad, entonces?

- Es donde la ciudadanía ocupa poco el auto durante la semana y utiliza otro medio de transporte: público, bicicleta, caminata, o una combinación. Por una movilidad sustentable, vamos con todo.