Es chileno, fue número uno del mundo y se retira: “Tuve una crisis de pánico y se gana poca plata... Mis papás saben”

El éxito deportivo de Bastián Arce llegó a muy temprana edad. En 2021, y con 17 años, el joven karateca se posicionó en el primer lugar del ranking mundial en la categoría junior masculina -55 kilos. Ese logro anticipaba una prominente carrera profesional, pero con el paso de los años todo dio un giro radical.

Hoy, con 20 años, el deportista dio un vuelco en su vida y anuncia el retiro: “Me encanta el karate, pero vivir con esa presión y en los tiempos de competencia, ya me estaba saturando mucho... Es dificil vivir del deporte en Chile, la plata que se gana es poca y el sacrificio es alto. Preferí optar por un camino tranquilo, quiero enfocarme en estudiar, sacar una carrera y tener una vida más normal”, señaló en entrevista con AS.

“Los últimos tres años ya eran peleas con mis papás y mi profesor porque ya no quería ir a entrenar, no quería hacer doble turno de entrenamiento, no quería viajar, tampoco hacer peso. En algunos viajes tenía que comer poco o no comer nada para llegar al peso, porque la exigencia es muy alta. La presión de que tienes que ganar o entrenar tanto para perder. Es muy complicado lo de la salud mental”, complementó el atleta.

- ¿Es un adiós definitivo del karate?

- Me gustaría volver a entrenar, pero no al alto rendimiento.

- ¿En qué está trabajando actualmente?

- Estoy trabajando en un packing, soy supervisor con turno de 12 horas. A mis papás les dije hace tiempo que quería trabajar y ellos no querían, me decían que entrenara, que estaba mejor ahí, tranquilo. Pero llevaba tantos años en el deporte, que quería vivir otra experiencia.

- Usted habla de que tiene en mente sacar una carrera universitaria. ¿Qué le gustaría estudiar?

- Ingenieria Civil Industrial.

- Recién dijo que es difícil vivir del deporte. ¿Por qué lo siente así?

- Una vez tuve una crisis de pánico antes de competir. En un Sudamericano, estaba muy nervioso porque venía de un año malo, entonces era la primera competencia internacional del año. Tenía mucho miedo, antes de competir estaba sentado que me tocara, estaba muy ansioso, temblando, no me podía mover de los nervios... Me puse a vomitar, como 5 minutos antes que me tocara, me preparé y me calmé de a poco. Fue una de las experiencias por las que decidí dar un paso al costado.

- ¿Qué otros factores son difíciles en el deporte?

- Hay mucha gente que está anclada o que ya tiene asegurado el cupo antes de competir. Hay mucho favoritismo, quedan los mismos de siempre. Magdalena Godoy cambió de categoría y en su primer año, ganó el Nacional adulto. Quedó para viajar, pero como la otra niña llevaba uno o dos años antes en la categoría, la seleccionaron a ella. Inventaron una regla y al final la sacaron de los Juegos Panamericanos y el último panamericano adulto. Era mejor que la otra y le tocó quedarse en segunda posición. Esas cosas también desgastan.

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