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LA ROJA

FIFA le revela a Milad quién borró a Chile del Mundial 2023

El presidente de la ANFP tuvo una reunión con Gianni Infantino, donde intentó entender cómo se gestó el papelón de Chile, y buscar alguna compensación para el país.

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FIFA le revela a Milad quién borró a Chile del Mundial 2023

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Pablo Milad se trasladó esta semana a Suiza para sostener una reunión con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y conocer de primera mano las razones que hubo detrás del anuncio que sorprendió a todos el miércoles pasado. La decisión de organizar el Mundial 2030 en Portugal, España y Marruecos, dejando a Conmebol como un premio de consuelo y a Chile como principal damnificado.

El papelón internacional que realizó la ANFP sigue doliendo, y así se lo expresó el presidente del organismo al máximo dirigente del fútbol mundial en la reunión que sostuvieron, y que fue incluso difundida en las redes sociales. “Fue un placer reunirme con delegados de la Federación de Fútbol de Chile para conversar sobre el desarrollo del fútbol en todos sus niveles en este país amante del deporte rey. Le agradecí al Presidente de la ANFP, Pablo Milad, por su apoyo e interés en los diversos programas de desarrollo de la FIFA, destinados a hacer que nuestro hermoso deporte sea accesible para las niñas y los niños de su país”.

Lo cierto que la cita también sirvió para reafirmar un punto que Milad no quería asumir hasta ahora. Según informa La Tercera, Infantino le volvió a comentar a que la decisión de dejar a Chile fuera de los partidos inaugurales no emanó de Zurich, sino de la Conmebol y Alejandro Domínguez, máximo dirigente del fútbol sudamericano, quien entregó una última propuesta donde no estaba incluido nuestro país. Un golpe directo e inesperado.

La comitiva de la ANFP también aprovechó el viaje a Suiza para buscar una compensación deportiva y económica por el desaire. A cambio recibió una de serie de promesas y la puerta abierta para recibir en un futuro cercano alguna competencia vinculada al fútbol formativo o femenino, pero sin que la FIFA comprometiera ningún evento en particular. Se trató más bien de una buena oportunidad de apagar el incendio, posar frente a las cámaras y hacer como si nada hubiese pasado.