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ENTREVISTA AS

Un chileno ganó el Mundial: “Lloré porque fue una hazaña... hubo mucho sacrificio detrás”

Marco Antonio Fernández logró el primer lugar de su categoría en el The Championship 2023, en Eslovaquia: “Fue inesperado”, contó.

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Un chileno ganó el Mundial: “Lloré porque fue una hazaña... hubo mucho sacrificio detrás”

Ya han pasado cinco días y Marco Antonio Fernández aún se emociona cuando habla de su triunfo en el Mundial de triatlón, organizado por Challenge Family. Gracias a un cupo que logró en Puerto Varas, el deportista chileno viajó desde Temuco a Somarin (Eslovaquia) para competir en el The Championship 2023. Allí, con un tiempo de 4:45:48, consiguió el primer lugar de la categoría 60-64 años.

Fernández, agricultor y ciclista con larga trayectoria, contesta el llamado de AS desde España. Después de llevar la bandera chilena a lo más alto, el triatleta disfruta unas vacaciones: “¿Merecido? Parece que sí, fue inesperado. Este espectacular resultado no estaba dentro de los pronósticos. Ahora me estoy recuperando”, cuenta.

- ¿Cómo fue la preparación para la carrera en Eslovaquia?

- No llegué en las mejores condiciones porque tuve un par de lesiones en el talón de aquiles derecho, pero me recuperé con mucha elongación y trabajo de masaje. Fue un camino largo, antes competí en el Ironman de Pucón y el Ironman de San Juan.

- Tuvo que enfrentarse a los triatletas europeos. ¿Usted fue la sorpresa?

- Hay muchos conocidos de Europa. Algunos vamos de Latinoamérica, pero uno no es nadie. Yo empecé hace seis años en el triatlón y obviamente no me conocen. Uno llega como un triatleta más y no está tan rankeado, a diferencia del resto, que se conocen entre ellos. Mi único Mundial había sido el 2019, en Niza. Esa fue mi primera experiencia y aprendí muchísimo: pasé del lugar 40° al 1°. Ha sido un desarrollo muy meteórico, pese a que los años van pasando. El atleta todavía supera al viejo.

- ¿Es cierto que tuvo problemas en el tramo de la bicicleta?

- Sí, es que hoy todos corremos con nuestro ciclocomputador que lleva la información de potencia, velocidad y distancia, entre otros paramétros. Y a mí no me funcionó el computador, entonces tuve que correr a sensaciones. Es como si fueses en un automóvil y debes ir a 100 kilómetros por hora, pero te tapan el velocímetro. En mi caso, por seguir el mismo ejemplo, me fui a 120. Eso significa que excedí la fuerza, que debe ir muy controlada en los deportes de rendimiento.

La ruta de Fernández en ciclismo.
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La ruta de Fernández en ciclismo.

- ¿Eso le pasó la cuenta en el trote?

- Claro, provocó que disminuyera mi energía. Incluso, en algún pensé en retirarme porque era un dolor insoportable y la presión por ir a recuperar puestos era muchísima. Ese fue un momento en que el deportista debe decidir si le hace caso al cuerpo o a la mente, y hay que desbloquear ese sufrimiento de alguna manera.

- ¿Cómo lo solucionó?

- Me fue a ver un amigo chileno que vive en Austria y él me entregó los parciales. Me dijo que estaba quinto, a pocos segundos del cuarto. Cuando pasé la segunda vuelta, de las cinco que eran, me dijo que acababa de pasar al cuarto. Si me apuraba para alcanzar al resto, podía generar un desgaste que me podía limitar la llegada a la meta, entonces hay que estar muy consciente para administrar la carrera estrátegicamente. En la tercera vuelta, entre el kilómetro 14 y 17, supe que estaba tercero e identifiqué a los dos alemanes que tenía por delante. Me volvió el alma al cuerpo porque nunca soñé estar en el podio de un Mundial. Se generan emociones y contradicciones.

- ¿Cuál fue su estrategia en la última parte?

- Cuando quedaban dos kilómetros, ya estaba a 60 segundos del primero. Lo ubiqué con precisión, esperé el momento estratégico y cuando faltaba un kilómetro, logré pasarlo. Consolidé y crucé la meta en el primer lugar. No tenía con quién llorar, con quién reírme, a quién abrazar o a quién contarle lo que uno siente como hazaña.

- ¿Qué sintió en ese momento?

- Ahí vino toda la parte emocional. Haces cualquier relato y a las dos palabras se te caen las lágrimas porque cualquier deportista sabe lo que ha costado: sacrificio, constancia y aprendizaje. Llegar en el primer lugar, en un Campeonato Mundial, es algo soñado para cualquiera.

- ¿Cuál será su próximo desafío?

- El 27 de agosto tengo el Mundial de Ironman en Finlandia. Serán los mismos rivales y seguramente habrán más de América. Siempre hay ilusión, pero hay que ser realistas: todos le quieren ganar al que gana. Es natural.