Chamuca
Es probable que más temprano que tarde, Fernando Zampedri se convierta en el goleador histórico de la Universidad Católica. Su peso goleador ya lo instaló en la historia grande del cuadro cruzado. La duda es cuándo superará ese registro y hasta donde llevará esa marca.
El actual goleador histórico de la Universidad Católica es Rodrigo Barrera. Durante la semana anterior, en declaraciones a radio ADN, el delantero aseguró que espera con ansías que Zampedri lo supere. Para el Chamuca, ha sido una presión difícil de sostener, sobre todo por un escenario inesperadamente hostil. Sobre todo a través de redes sociales, el ex delantero de la franja ha sido cuestionado.
¿Cómo cuestionas a un goleador histórico? La respuesta debería ser sencilla. No cuestionas a un goleador histórico.
Dicen que a Barrera no le perdonan haber jugado años después por la Universidad de Chile y menos reconocerse como hincha azul. Una discusión que debería estar superada, con múltiples ejemplos en Chile y el planeta. Ser hincha de un club corre por un carril distinto a defender una camiseta como profesional. Cuando esos caminos se unen se genera un círculo sentimental, que suele ser virtuoso. Pero no es condición.
Barrera comenzó su carrera en la Universidad Católica. Fue parte sustantiva del equipo que jugó la final de la Copa Libertadores en 1993, último elenco chileno en jugar una instancia decisiva en el torneo continental. Fue compañero de ataque de ilustres delanteros cruzados. Supo jugar con algunos de los volantes que marcaron la historia del cuadro franjeado. Metió 118 goles en 352 partidos. Siguió su carrera en el Necaxa para recalar en la Universidad de Chile, donde hizo goles y fue campeón. Es decir, hizo lo que habría hecho cualquier profesional. Jugó, rindió, fue nominado a la selección, jugó el Mundial de Francia ‘98.
Esto no es una discusión de uno sobre otro. Luces propias para Barrera y Zampedri. Características de juego totalmente distintas. Promedio de goles que, obviamente, favorece al delantero trasandino, uno que llegó de afuera y se convirtió en figura legendaria.
Rodrigo Barrera merece respeto. Y mucho ¿Es necesario explicarlo? Parece que sí. Que algunas obviedades merecen explicación.