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El equilibrio precario

¿Cuándo es el momento preciso para que el jugador de buenas condiciones salte y juegue en el exterior? ¿Cuándo está cabalmente preparado? ¿Cuándo es momento de partir para no perder el mejor momento para dar ese brinco? La pregunta es difícil y como suele suceder en el fútbol, la respuesta no es tajante ni definitiva.

El buen aterrizaje de Marcelino Núñez en el Norwich de Inglaterra nos lleva a pensar que el oriundo de Colina se fue en el momento preciso. Había jugado ya una serie de campeonatos con la Universidad Católica, tenía experiencia en torneos internacionales y nominaciones a la selección. Estaba armado para dar el paso. Pero sus últimos meses en la franja no habían sido los mejores. ¿Marcelino se fue en su mejor momento? No. ¿Partió a Inglaterra cuando estaba preparado? Todo indica que sí.

No hay recetas unánimes en estos casos y la fortaleza mental, la madurez y la preparación de cada futbolista puede marcar una diferencia ostensible. Hay ejemplos contundentes de futbolistas que partieron cuando su proceso de formación no estaba consolidado. Luis Rojas de la Universidad de Chile surgía como un proyecto más que interesante. Un jugador de gran potencial que se fue al exterior sin tener diez partidos en Primera División. El arquero Gonzalo Collao marcha por el mismo carril. Quizás hoy pelearía el arco azul.

Víctor Méndez acaba de partir al fútbol ruso, una competencia que está en medio de una profunda turbulencia. ¿Era la mejor apuesta para salir? Es complicado determinarlo. Hay un asunto económico que es un factor innegable para la toma de decisiones y en el bolsillo del resto nadie puede meterse. Carlos Palacios es otro ejemplo. Se fue de Unión Española como la joya del campeonato. En el Inter de Porto Alegre no tuvo continuidad. Ahora en el Vasco de Gama de la Serie B brasileña intenta recuperar el terreno extraviado. La posibilidad de volver a Chile incluso es una chance que el futbolista no ha descartado.

Universidad de Chile rechazó un par de ofertas por Darío Osorio, pero es casi un hecho que el zurdo partirá a Europa a fin de temporada por casi seis millones de dólares. Una oferta irrechazable. Osorio ha mostrado enormes capacidades en un año triste del cuadro azul. ¿Está preparado? Ojalá que sí. Que no se pierda. Que se consolide y se convierta en el futbolista que promete.