El primer éxito de la Roja del futuro

Chile venció por 4-2 a Venezuela y como que todo cambió con miras al resto de las Eliminatorias. La Roja sigue en los últimos lugares, claro, y las posibilidades de llegar al Mundial se reducen en la medida que transcurren las fechas. Sin embargo, hoy el ánimo es distinto por la victoria. Les costó a los dirigidos por Ricardo Gareca, solo en los momentos finales pareció un partido abordable. En un momento, la impresión fue que nuevamente todo se desmadraba, tras los goles de los venezolanos, pero el conjunto nacional mantuvo la lucha y no perdió la intención de juego para lograr un triunfo justo.

Hay que ser realista (no derrotistas): está difícil incluso acceder a la clasificación para el repechaje. La Roja se encuentra solo a cuatro puntos de la séptima ubicación, pero cuando Chile vuelva a competir las otras selecciones también contarán con chances de mejorar su lugar en la tabla de posiciones. El desempeño ha sido tan bajo que solo un vuelco -espectacular e inesperado- podría cambiar la situación. Con el triunfo ante Venezuela, al menos los dirigidos por Gareca no abandonaron la disputa por estar en el Mundial. Una derrota habría sido un costalazo terrible, con el plantel visualizando el 2025 solo en cumplir obligatoriamente con los fechas pendiente de la Eliminatorias.

Lo mejor, y quizás también los más valioso en el Estadio Nacional, fue que los hombres emergentes se convirtieron en los grandes protagonistas del triunfo. Fabián Hormazábal tuvo algunos problemas con Yeferson Soteldo al comienzo, pero después lo controló a cabalidad. En el mediocampo, Vicente Pizarro manejó el juego del equipo con la ponderación, claridad y precisión que lo distinguen. Arriba, Alexander Aravena otra vez desarrolló un partido de sacrificio para generar espacios, asociarse y echar una mano defensiva. ¿Lucas Cepeda? Fue el mejor: anotó dos goles, no perdió ni un balón en sus intervenciones y su cambio de ritmo sorprendió.

Hace meses, todos no estaban en los planes como agentes de cambio en el funcionamiento de la Selección. Sí, fue solo un partido, pero hoy es el legado que está dejando Gareca en la Roja. Tal vez, nadie reparó en el hecho, pero en los 15 minutos finales ante Venezuela Chile actuó sin ningún bicampeón de América en el campo de juego. Ese es el camino, cerrar el ciclo anterior, que aparezcan caras nuevas. Seguramente, habrá un costo futbolístico (ahora Chile enfrentará a Paraguay en Asunción y será durísimo), pero es mejor hacer la pérdida hoy y no en el camino al mundial siguiente. Ojalá que Gareca no eche pie atrás.