El regreso de Charles Mariano
Charles Aránguiz siempre está. Los conmino a hacer el ejercicio: revisar los mejores partidos en la historia de la generación dorada, sus mejores pasajes, los momentos estelares y verá como Charles Aránguiz siempre está. A veces como protagonista, en otras como actor de reparto, a veces limpiando una jugada que venía trabada o iniciando el círculo virtuoso que terminará con la pelota dentro del arco contrario. En los mejores momentos de Chile, el de Puente Alto siempre aparece.
Aránguiz emprendió el regreso después de varias ilustres temporadas en el Bayer Leverkusen. Su última campaña no fue buena. Las lesiones mermaron el desempeño de un jugador que a lo largo de los años exhibió una enorme regularidad. Siempre jugó, fue titular permanente en años donde su equipo clasificó permanentemente a torneos continentales. La memoria a veces es frágil, pero es menester recordar que el volante sufrió una grave lesión apenas desembarcó en la Bundesliga, su club lo esperó y respondió con creces.
En la interna de la selección chilena, la valoración de Aránguiz es superlativa. Para la mayoría de los futbolistas de la generación dorada el mediocampista era uno de los jugadores más importantes del equipo. No el que acaparaba más portadas. No era el primero en las encuestas de popularidad, pero para los miembros del equipo, Charles Mariano Aránguiz siempre estaba en el podio de los mejores. Fue el mejor chileno en Brasil 2014, el mejor a lo largo de la Copa América 2015, clave en la vuelta olímpica del 2016.
El camino natural de Aránguiz era volver al Internacional de Porto Alegre, donde fue recibido como estrella, lo que nunca es fácil para un jugador extranjero. No es necesario ser agorero para predestinar que es probable que la Universidad de Chile sea su próxima estación.
Uno de los problemas de la selección ha sido encontrar un futbolista que aparezca en todos lados, con una lectura del juego como la de Charles Aránguiz. Si recupera su estado de forma no sería extraño que Berizzo lo considere porque su liderazgo dentro del plantel está en el ejemplo más que en el discurso. Porque Aránguiz siempre está. En los recuentos, en los recuerdos, en la historia y en el presente. Ojalá también en el porvenir.