La amenaza fantasma

Han sido varios los directorios de la ANFP que han prometido avanzar hacia la separación entre el organismo y la Federación. Una saludable medida que separaría roles, administraciones y conduciría a ordenar dos estamentos que en Chile corren por el mismo carril.

Pero por alguna razón, esa promesa no se cumple.

¿Por qué?

Porque no quieren. Así de simple y sencillo. No sólo el directorio de turno, tampoco quieren hacerlo quienes toman las decisiones en el fútbol chileno: el ilustre Consejo de Presidentes de Clubes.

Hay ejemplos hacia ambas variables. Países donde la Federación y la Liga se conducen de manera independiente y otros donde ambos están fusionados. Dadas las circunstancias del fútbol chileno y su particular dinámica donde el control es de dueños de clubes, no presidentes mandatados, esta medida parece urgente. Mantener la Federación, con todas sus selecciones, al arbitrio de un directorio que responde a un grupo de empresarios, con una incestuosa relación futbolística con los representantes, es un escenario donde no basta explorar demasiado para percatarse de un evidente cruce de intereses. La posibilidad de exponer a las diferentes selecciones a la manija de agentes y dueños de clubes, quienes conducen decisiones a su molino, nos tiene en un borde muy cercano a un abismo.

Pero hay un hecho que enciende aún más las interrogantes: ha sido la misma FIFA la que ha solicitado muchas veces que en Chile se separen la ANFP y la Federación. Por lo mismo suena incongruente la posición del actual directorio, sobre profetizar que caerían las penas del infierno se si toma dicha medida. También se habla de amenazas profundas en caso de aplicar las reformas que se proponen en la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, a partir de un movimiento legislativo orientado hacia ese lugar.

Dicen que el estado no puede entrometerse en una actividad de privados. Pero el Estado lo hace permanentemente. La mayoría de los estadios en Chile son municipales o fiscales. Buena parte de la seguridad externa y las planificaciones son diseñadas por organismo estatales. El Estado, no el Gobierno de turno, participa activamente en las planificaciones y decisiones. El Estado, no el Gobierno de turno, será parte esencial de la organización del Mundial sub 20.

Los directorios de la ANFP, no sólo el de turno, siguen mirando hacia otro lado, resguardando intereses propios y de los representantes más poderosos de la comarca.