La bendición de Bragarnik
Es uno de los representantes más importantes de este lado del mundo y, para Matías Ahumada, otro de los dueños de O’Higgins, no existe ningún conflicto de interés.
Matías Ahumada, uno de los cuatro nuevos propietarios de O’Higgins de Rancagua, señaló en radio ADN, que la presencia del representante de futbolistas Christian Bragarnik en el cuadro celeste era una bendición. El argumento para sostener semejante sentencia radicaba en la experiencia del agente argentino y su red de influencias y contactos, que lo sitúan como uno de los más importantes del continente.
En rigor, Bragarnik es uno de los representantes más importantes de este lado del mundo, con redes en las ligas más potentes de América y de Europa. Para Ahumada, no existe ningún conflicto de interés en el hecho que Bragarnik sea dueño de un club y al mismo tiempo agente de futbolistas. Aclaró que O’Higgins no necesariamente contratará jugadores que pertenezcan a su corral, sino que se abren a otras opciones. La idea, dijo Ahumada, es formar un equipo competitivo.
Dicho esto, en el actual mercado de pases, los celestes sumaron dos jugadores. Ambos representados por Bragarnik.
Se discute en el Congreso una modificación a la ley de sociedades anónimas deportivas. Entre muchos puntos, busca regularizar la multipropiedad, evitar que una persona tenga participación en más de un equipo y establecer la prohibición que los representantes de jugadores sean dueños de club. El proyecto, que está en correspondencia que varias legislaciones internacionales, busca impedir que algunos actores estén sentados en diferentes lugares de la mesa. Frenar, o al menos regular, un choque de intereses que es evidente, pero cuya norma hoy está en medio de una zona gris que algunos, como Christian Bragarnik, aprovechan.
Llama la atención que haya que regular o explicar situaciones que son evidentes. El debate tramposo es conducirlo sólo a la cancha y que dependa si la pelota entra o sale de la portería.
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