Mal pensados
Ustedes son los mal pensados. Sí, ustedes que están leyendo esta columna. Ni hablar de quién la redacta, eso no vale punto de aclaración. Ustedes son los que miran debajo del agua y eso les impide ver la transparencia de las operaciones.
Ustedes son quiénes llevan años sospechando que existe una relación incestuosa entre los clubes Huachipato y la Universidad de Chile, que incluye la propiedad y el control de dos importantes instituciones. Este recelo surge por desinformación, suspicacias mal habidas, intereses creados o hasta por envidia.
Ustedes, mal pensados, mantienen la sospecha de la íntima relación entre los antiguos dueños de Huachipato con Azul Azul. Ustedes, mal pensados, cruzaron datos y se percataron además que muchas transferencias, traspasos, préstamos, son realizados por el mismo representante.
No tiene nada de raro que en las últimas temporadas hayan pasado desde el cuadro acerero a la U jugadores como Yeferson Soteldo, Gabriel Torres, Jimmy Martínez, Ignacio Tapia, Israel Poblete, Martín Parra, Gabriel Castellón, el técnico Gustavo Álvarez y ahora, recientemente, Gonzalo Montes.
Menos extraño es que algunos de estos nombres hayan retornado al conjunto de Talcahuano, equipo que hace un par de temporadas fue el justo campeón del fútbol chileno, conducido técnicamente por uno de los entrenadores que más ha aportado al medio local, como el mencionado Gustavo Álvarez, quien en la U peleó el certamen hasta el final, clasificó a la Copa Libertadores y ganó la Copa Chile.
Ustedes, mal pensados, ya supieron que en la órbita de la U también fueron mencionados Thiago Vecino y Benjamín Gazzolo como posibilidades. Ambos provenientes de … Huachipato.
Pero siguen pensando mal pese a que la propiedad de Huachipato ya cambió de mano. El problema es que, según reveló una investigación de Ciper, Huachipato fue adquirido recientemente por Hernán Rosemblum, quien pudo concretar la compra gracias a un préstamo de US$3,6 millones que le proporcionó un fondo constituido en Delaware. Ese fondo es administrado por Patricio Kiblinsky y Jacques Gliksberg. Este último es socio de Victoriano Cerda, uno de los vendedores del club, en una compañía que opera en Miami. Es decir, habrían realizado un préstamos para que un tercero les comparar su propio club.
Algunos de los protagonistas de la compraventa de Huachipato también han hecho negocios en el pasado con Michael Clark y Sartor, ligados a la Universidad de Chile. Por ejemplo, Clark asesoró al club Ñublense cuando era administrado por Kiblisky y a una empresa panameña del mismo empresario. El nuevo controlador de Azul Azul también ha asesorado al grupo Nexus. Y en un fondo de Sartor que fue congelado por la CMF figura como aportante Nexus Chile.
Pero ustedes (incluyendo a quién escribe), son unos mal pensados.
Todo está claro, como el agua.
Debería darles vergüenza.