Ortega

Se retira el goleador del siglo XXI

Suazo fue un grande, que apareció por sorpresa en el fútbol chileno a comienzos de los 2.000 y llegó a lo máximo en la Roja.

Futbol, Everton vs San Luis.
Fecha 3, grupo D, Copa Chile 2025.
El jugador de San Luis Humberto Suazo es fotografiado durante el partido del grupo D de la Copa Chile contra Everton disputado en el estadio Sausalito de Vina del Mar, Chile.
08/02/2025
Andres Pina/Photosport

Football, Everton vs San Luis.
3rd turn, group B, 2025 Copa Chile Championship.
San Luis player Humberto Suazo is pictured during a group D match of the Copa Chile Championship against Everton at the Sausalito stadium in Vina del Mar, Chile.
08/02/2025
Andres Pina/Photosport
ANDRES PINA/PHOTOSPORT
Pablo Ortega
Periodista, Entrenador de Fútbol y ex futbolista profesional. Titulado en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y egresado del Instituto Nacional del Fútbol (INAF) de Santiago. Es columnista y redactor de Fútbol Nacional e Internacional y de temáticas de índole táctica en AS Chile.
Actualizado a

Humberto ‘Chupete’ Suazo sorprendió a todos durante la transmisión del último partido de San Luis por el Campeonato Ascenso 2025. El ex goleador de la Roja anunció que finalmente se retirará del fútbol, a los 44 años y luego de una cirugía a la columna vertebral. Sólo habíamos sabido que se lesionó de la rodilla y que después volvió a pasar por la sala de operaciones, debido a otra inesperada dolencia.

Se va un grande, que apareció por sorpresa en el fútbol chileno y llegó a lo máximo en la Roja. Suazo integró el plantel que disputó el Preolímpico de Chile, en 2004. Lo único que se sabía era que había anotado 39 goles en Tercera División, actuando por San Luis, y que ficharía en Audax Italiano. No disputó ni un minuto en el certamen y, aunque no era conocido, esto llamó la atención. Juvenal Olmos, DT de la Roja Sub 23, lo había dirigido en el fútbol formativo de la UC, pero algo seguramente vio que no lo impulsó a darle minutos.

En Audax Italiano, Suazo demostró que era un jugador diferente. Anotó con regularidad, pero siempre con jerarquía. Quedó claro que no era sólo un ‘metedor de goles’. Entonces, no sorprendió que pasara a Colo Colo. En el Monumental, vivió la mejor época a nivel local, excluyendo a la Roja, por supuesto. Con Claudio Borghi en la banca y Matías Fernández y Jorge Valdivia en la creación, Chupete llegó a lo máximo. Los albos actuaban con carrileros, que se transformaban en extremos, y el ariete tenía cuatro hombres a su servicio para convertir. Tan bien anduvo, que partió al Monterrey de México.

Entonces, no era como hoy que se puede ver fútbol de todo el mundo, incluso en el teléfono celular. De lejos supimos que se convirtió en ídolo de los ‘Rayados’, que logró títulos en el país de Norteamérica y hasta el día de hoy lo veneran. Eso sí, esa versión la tuvimos en la Roja de Marcelo Bielsa, desde 2007 hasta 2010.

Fue lejos el mejor momento futbolístico de Suazo. Pasó de ser un finalizador de jerarquía a un delantero con atributos de juego acordes a una propuesta maximalista y, en la intención, ultra ofensiva. Lideraba la presión alta del conjunto chileno y anotó en momentos cruciales. De un ‘9′ posicional, ‘metedor de muchos goles’, se convirtió en un ariete moderno, con mayores desplazamientos, diagonales inteligentes e involucrado también en la recuperación pronta del balón. Jugó hasta de extremo derecho cuando Bielsa recurrió a Marcelo Salas, en el centro del ataque, para solidificar el proceso en la fase inicial.

El infortunio golpeó a Suazo antes de Sudáfrica 2010. Todo estaba encaminado para que fuera la figura de Chile en la Copa del Mundo, pero sufrió un desgarro en los últimos partidos de preparación. Una fatalidad tremenda, porque igual logró actuar algunos minutos, pero la lesión hizo que no fuera el de siempre. ¿Cómo le habría ido a la Selección con Chupete en su plenitud? Bielsa ideó un plan de emergencia y ubicó al Mago Valdivia de ‘9′ móvil, con libertad para deambular por otras zonas y con Mati Fernández para irrumpir por el centro. Igual, siempre se sintió que faltaba Suazo en el eje del ataque.

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En el retiro ha dado un buen ejemplo. Nunca antes estuvo tan delgado y en forma como ahora. Podría haberse amparado en su gran trayectoria y jugar sólo por el nombre, pero no fue así. Debería ser la exigencia mínima para un futbolista que pretende jugar más allá de los 40. Sin embargo, hay y hubo tantos casos en el sentido contrario, con evidente sobrepeso y sin las condiciones adecuadas para el alto rendimiento, que lo de Suazo debe ser destacado. Una despedida digna y con honores para el goleador del siglo XXI.

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