Todo lo que viste, Pelé ya lo hizo
El fútbol antes de Pelé era un deporte muy popular. Después de Pelé se convirtió en el espectáculo más grande del mundo. El brasileño no sólo es el mejor jugador de todos los tiempos. Es el más relevante, el más importante, el hombre que transformó este juego en un fenómeno que podía llegar a todo el orbe. No se entiende el fútbol sin Pelé.
La luz física de Edson Arantes Do Nascimiento se está apagando. Las alertas sobre su estado de salud van desde la urgencia hasta las plegarias, todo esto en medio de una Copa del Mundo donde su selección busca levantar el mismo trofeo que Pelé ganó en tres ocasiones, más que ningún otro futbolista en la historia.
No es excusa decir que no vimos jugar a Pelé. No es coartada argumentar que el fútbol de antes tenía un halo de misterio pues la tecnología no permitía ver todos los juegos. Es obligación para cualquier amante de este juego conocer la leyenda de un jugador que a los 17 años fue figura en un Mundial y que anotó más de mil goles, encabezando exhibiciones futbolísticas que son parte de una historia imprescindible. Brasil 70, por ejemplo, es considerada la mejor exposición de fútbol en una Copa. En ese plantel lleno de figuras, Pelé era el mejor de todos.
El mejor antídoto para el olvido es recurrir a la memoria. Obligatorio es actuar como cronista de una época y rescatar las historias y los personajes que marcan un derrotero, una herencia que debe ser transferida de generación en generación. Es obligatorio mantener, proyectar, promover y exponer la historia de un jugador de fútbol que llenaba estadios con su sola presencia, que jugaba mejor cuando más se esperaba de él, que cuando trataron de llevar el fútbol a latitudes indiferentes, usaron su figura, su nombre, su trayectoria, para tratar de escribir nuevos capítulos.
Pelé domina casi todas las estadísticas relevantes en un deporte donde se mide hasta la arista más minuciosa. Pero su grandeza está en cambiar la historia de un juego que antes de su arribo era un deporte más y que tras él se convirtió en un fenómeno mundial.