ENTREVISTA AS

“Cuando el chileno entra en confianza para formar un vínculo, es un amor... La gente es muy abierta a ayudarte”

“Siento que el público chileno me reconoce más que los medios, porque creo que me falta trabajar un poquito más en ellos”, dice Karen Todoroff a AS.

“Cuando el chileno entra en confianza para formar un vínculo, es un amor... La gente es muy abierta a ayudarte”
Rodrigo Huerta
Es periodista desde 2017. Se especializa en fútbol, tenis, golf y pádel. Actualmente cubre Universidad de Chile.
Actualizado a

Karen Todoroff (44) hace un apunte ni bien contesta la llamada de AS. “Te aviso que soy de hablar bastante”, dice entre risas la uruguaya, que se radicó en Chile por su carrera profesional. La comunicadora audiovisual, locutora y periodista fue quien animó el lanzamiento de la docuserie sobre la vida de Arturo Vidal.

Aunque otra de las razones por las que vino al país fue por amor. “Esa relación finalmente no funcionó (ríe), entonces empecé un proceso de conocerme. Nunca pensé en volver a Uruguay, porque no me rindo tan fácil en la vida”, añade la comunicadora de amplia trayectoria en los medios de su país y que ya ha tenido varias experiencias laborales en Chile.

La historia de Todoroff está marcada por tener raíces de varios países. “Por el lado de mi papá, mi abuelo era ruso y mi abuela ucraniana. Esa sangre es más reservada, aunque a mi papá lo ablandas rápido (ríe). Mi mamá es de descendencia española y brasileña, son más extrovertidos. Yo salí a ella” indica.

- Le pregunto por su trabajo. ¿Se siente valorada por el público chileno respecto a eso?

- (Piensa unos segundos) Creo que todavía estoy haciendo un camino. Siento que el público chileno me reconoce más que los medios, porque creo que me falta trabajar un poquito más en ellos para que me comiencen a conocer como profesional. La gente me ha ido conociendo más por las redes o en el trato del día a día.

- ¿Por qué decidió vivir en Chile?

- En mi cabeza ya tenía la idea de un cambio de aires, ver otro tipo de periodismo y otra forma de trabajar. Quería ver cómo me adaptaba y salir de la zona de confort. También se sumó a que conocí una persona chilena, entonces el amor y los temas personales también influyeron. Por otro lado, mi hermana estaba viviendo acá y eso me ayudó a sentirme, en un punto, más acompañada. Mis dos sobrinos son chilenos, eso también tiró para la decisión.

- ¿Y cómo fueron esos primeros meses de adaptación? En una entrevista dijo que le faltó contención en esa etapa.

- Una separación nunca es fácil, pero puede pasar. Acá no hay culpas de nadie, simplemente no funcionó. A lo que me refería con la contención es a que si me hubiera pasado ahora, que tengo una red de apoyo muy grande e hice amistades importantes, el proceso habría sido distinto. En ese momento era muy nuevita en el país.

- ¿En qué momento ya se sintió parte de la sociedad chilena?

- Aunque no lo creas, cuando aprendí a andar en metro (ríe). En Uruguay no hay, entonces fue toda una experiencia. Nunca me he perdido (ríe). Quizás la gente se queja, pero el metro que tiene Santiago es maravilloso, conecta todo. Y la ciudad en general lo es. Hay parques que están muy bien cuidados.

- ¿Es muy distinta la personalidad uruguaya respecto a la chilena?

- Creo que los uruguayos son más dicharacheros o más cancheros desde el primer momento y los chilenos, más que tímidos, diría respetuosos. Siento que cuando el chileno entra en confianza para formar un vínculo, es un amor (ríe). La gente chilena es muy abierta a ayudarte, a estar pendiente de si necesitas algo, eso lo he valorado mucho en estos años.

“Cuando el chileno entra en confianza para formar un vínculo, es un amor... La gente es muy abierta a ayudarte”

“Me hubiera gustado ser mamá, pero no se fue dando... Si se hubiera dado, feliz, pero lo fui naturalizando”

- Volvió por primera vez a Uruguay desde que se radicó en Chile. ¿Cómo fue el reencuentro con su familia?

- Fue muy emocionante, porque tenemos un vínculo muy cercano. Cuando me separé, también hubo otras cosas que pasaron, y mis padres también fueron muy importantes en la contención emocional a distancia y también en lo económico. Como no tenía trabajo ni plata para poder pagar el alquiler, ellos me ayudaron. Cuando uno forja una vida afuera de su país, es lógico que cueste un poquito más, y ellos siempre han estado presentes. Pude agradecerles en persona por todo lo que han hecho por mí en esta etapa y en toda mi vida. Eso sí, ellos habían venido a visitarme a Chile, pero estar en tu país lo hace distinto.

- En sus redes ha mostrado su amor por sus sobrinos y la familia, pero usted no tiene hijos. ¿Fue por decisión propia?

- Me hubiera gustado, pero no se fue dando. Si se hubiera dado, feliz, pero lo fui naturalizando. A mí me encantan los niños, imagínate que cuando chica animaba fiestas infantiles (ríe). Tuve la oportunidad, pero como que lo pensé un poquito más, porque no estaba segura de que fuera la persona indicada para que fuera el papá de mis hijos, porque un hijo no es un chocolate que te lo comes y ya (ríe). Y en Chile no me terminé de tirar a la piscina para ser mamá acá.

Noticias relacionadas

- ¿Es feliz?

- ¡Totalmente! Creo que la felicidad o ser feliz abarca muchas cosas. Creo que no la podemos generalizar porque la felicidad son momentos o cosas. Uno no puede estar feliz todo el tiempo. Para mí, ser feliz es estar vivo, tener todos tus sentidos, tener a tu familia, un techo y comida todos los días. Pasa por pequeños detalles por los que vale la pena reflexionar.

“Cuando el chileno entra en confianza para formar un vínculo, es un amor... La gente es muy abierta a ayudarte”
Karen Todoroff y su familia.Karen Todoroff
“Cuando el chileno entra en confianza para formar un vínculo, es un amor... La gente es muy abierta a ayudarte”
Karen Todoroff y sus padres.Karen Todoroff
Etiquetado en: