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De goleador a gerente del equipo sensación de la B: “Estoy todo el día y todos los días”

ENTREVISTA AS

De goleador a gerente del equipo sensación de la B: “Estoy todo el día y todos los días”

‘Chamagol’ González se convirtió en una leyenda en México y ahora es la cabeza deportiva de Recoleta, líder de la B. “Siempre hay algo que resolver”.

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No hay dudas que la mejor versión de Sebastián ‘Chamagol’ González se produjo en México. El delantero brilló en Atlante a inicios de este siglo y prácticamente anotaba todos los fines de semana. Su rendimiento lo convirtió en una figura estelar de la liga azteca, donde también patentó una particular celebración como ‘Chespirito’. Pero esos años quedaron atrás y el ex delantero se reinventó con éxito. Tanto así, que hoy es el gerente deportivo de Deportes Recoleta, el sorprendente líder del Torneo Ascenso.

A ese club llegó luego de sumar experiencia en Iberia de Los Ángeles y hoy su proyecto suma tres años. De ese período habla con AS Chile, a quien recibe en el estadio Municipal de la comuna.

“Más allá de secretos, es trabajo. Una de las particularidades para este año fue sacar experiencias de los dos años anteriores en la categoría y sin perder el horizonte de lo que es el proyecto, del desafío que tiene este club, que es joven, y en una categoría que tiene muchas dificultades. Desde los equipos con tanta historia que la componen y los presupuestos”, comenta en el inicio de su charla con AS Chile.

- ¿Y qué puede destacar de ese trabajo?

- El trabajo fundamental fue planificar de antes. Una vez que este equipo se salvó en ese partido infartante contra Santiago Morning empezamos a trabajar de inmediato. No descansamos. De hecho, vacaciones o días administrativos fueron casi a finales de diciembre. Había una renovación automática y ahí empezamos a buscar los jugadores que ‘Lucho’ (Landeros) pretendía futbolísticamente, pero sobre todo la calidad de persona, no equivocarnos en eso y tratar de conformar un buen grupo. Eso es lo que hoy tenemos.

- ¿Es más difícil convencer a un jugador teniendo en cuenta que el club estuvo a minutos de descender a Segunda División?

- Lo que pasa es que no se nos ha hecho complejo por lo que el club ha ido entregando y proyectando. Es un club familiar, muy acogedor, con un entorno que tratamos de cuidar. Ya el convencimiento viene de muchas aristas. Lo económico, que nosotros no podemos competir con equipos que tienen otro presupuesto e historia detrás, pero se va convenciendo por lo humano, cómo se trabaja acá. Así lo hemos hecho y esperamos seguir manteniéndolo. Es un club que intenta dar todas las comodidades dentro de nuestro contexto, y eso es fundamental.

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Jorge Rivera

- ¿Qué tan intenso es su trabajo?

- Yo estoy todo el día todos los días (sonríe). Es fundamental para solucionar los problemas que van pasando. Todos los días hay algo que resolver. Que la cancha, que un jugador se enfermó y ‘Lucho’ quiere contar con él, ayudar en logística. Si tú ves, estamos construyendo, levantando infraestructura, entonces hay que estar pendiente de ciertas cosas. Estamos en el detalle. Hay una muy buena comunicación y transparencia en todos los aspectos. No se promete más de lo que se puede entregar. Eso el jugador, cuerpo técnico y la gente lo percibe y genera un grato ambiente laboral.

- ¿Se sufre más perderse un gol clave como jugador o en este cargo?

- (Sonríe) Lo que pasa es que uno lo va viviendo desde otra vereda y otra perspectiva. Sufro mucho más ahora porque hay un trabajo constante, diario. En este rol uno va construyendo, entonces todo lo nuevo lo va sintiendo como propio. Los últimos dos años fueron de mucho sufrimiento... yo creo que desde ese gol que hice contra Palmeiras en la Copa Libertadores que no celebraba un gol como celebré el que hizo Cornejo en el último minuto para salvarnos el año pasado (ríe). Ahora afortunadamente empezamos bien, pero esto es largo y se va disfrutando en el día a día. Cuando no se dan los resultados, uno lo sufre.

- ¿De qué forma?

- Desde levantarse en la mañana, venir para acá y decir ‘a ver cómo levantamos al grupo’, ‘cómo solucionamos tal problema’. Ahora la cosa está más tranquila y esperamos que se mantenga así.

- ¿Y afecta en la vida familiar?

- (Ríe) Sí, mi familia el año pasado lo sufrió mucho. Llegaba a la casa y como uno hace propia la derrota, es más estresante porque se trabaja durante la semana y el domingo ya no puede resolver ciertas situaciones. El estrés va dentro del resultado y uno se hace responsable de eso. Es difícil abstraerse y mi familia lo vivió mucho. Ahora me ven llegando más contento (ríe). Disfruto mucho el presente y trato de contagiar con eso.

- ¿Cuántas horas diarias trabaja?

- Un cargo como este en clubes donde tienes que hacer otro tipo de cosas que son extras al cargo y que si no se hacen, no se resuelven, es todo el día prácticamente. Uno llega al entrenamiento y todos los días hay cosas. El teléfono no deja de sonar. Tenemos el fútbol femenino, el fútbol joven, el futsal... es harto el tema laboral, pero si uno y el club entienden la función del gerente deportivo, se hace mucho más fluido la resolución de problemas.

- ¿Cuánto ha evolucionado desde su primera experiencia en Iberia?

- Bastante, porque era Segunda División y ahí sí que ese gestiona. Afortunadamente dentro del campeonato fue agradable porque el equipo ganaba y estuvo peleando con Recoleta (sonríe) el ascenso, pero fue más sacrificado, sobre todo por las distancias. Yo no vivía en Los Ángeles, tenía que viajar, y era complejo. Pero me sirvió para darme cuenta de cosas administrativas y laborales que cuando uno es futbolista no ve. Uno firma el contrato, juega no más y cobra a fin de mes. A veces uno no valora lo que se hace dentro del club para que el fin de semana el equipo trate de hacer un buen trabajo.

- ¿Cuál es su tarea favorita y la que menos le gusta hacer en este rol?

- (Ríe) Desde que llegué que me empecé a hacer cargo de la planilla de juego, entonces me gusta mucho el día de partido. Soy uno más del staff. Cuando jugamos de local llego muy temprano, para ver que el camarín de los árbitros y la visita estén funcionando y ver todo. La planilla es una responsabilidad muy grande, porque si cometes un error te cuesta una multa importante. Hay que ser muy ordenado y para eso tienes que ser trabajólico. Y respecto a lo otro, hay cosas que he ido delegando que fueron de mucho desgaste en los primeros años como la inscripción del fútbol joven y todos sus detalles. No era que no me gustara, era mucho trabajo y lo hacía con mucho profesionalismo.

- Imagino que el sueño es ascender con Recoleta. Sin embargo, si eso no se da, ¿se siente preparado para dar un salto a Primera en cualquier club?

- Lo que pasa es que yo hoy estoy inserto dentro de un proyecto en el que ahora afronto mi tercer año y el objetivo de los primeros dos era mantener la categoría. Este año se pavimenta el camino para que el club de un salto y no sufrir como los años anteriores y a lo mejor meterte en una liguilla. Si el destino del club, con lo que se trabaja es dar un salto mucho más grande, se verá y a lo mejor va a ser un lindo desafío estar ahí. Si me siento preparado (con dar el salto), me imagino que sí, porque en estos cuatro años el día a día te va a dando experiencia. Yo hoy estoy muy tranquilo aquí, mi idea es seguir acá porque me siento empoderado en un cargo que cada día es más necesario en el fútbol moderno.

- ¿Se ve siendo director técnico en el futuro o se mantendrá en cargos como el actual?

- No, no, no. No tiene nada que ver. Tengo el curso, pero me encanta esta parte administrativa. No me gusta la cancha, que se entienda, me refiero a dirigir. Hoy me gusta el fútbol desde otro lado. Me gusta observar jugadores que pueden encajar más adelante, porque esto es así, no puedes quedarte en una pauta. No me apasiona ser técnico.

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Jorge Rivera