El gran cambio táctico que llevó a Unión Española al liderato
En la fecha 7, Martín Palermo realizó una variante al sistema de juego que reportó cuatro triunfos en cinco duelos. ¿Cuál es la innovación?
Unión Española le arrebató la punta del Apertura a Iquique por diferencia de goles en la última fecha. Los hispanos vencieron con categoría a Santiago Wanderers (2-0), en Valparaíso, logrando la cuarta victoria en los últimos cinco partidos disputados. Todo indica que están en una curva ascendente de funcionamiento futbolístico de cara a la resolución del torneo.
La excelente racha de triunfos partió en la séptima fecha. Entonces, el cuadro que conduce Martín Palermo derrotó por 3-1 a Iquique, a la sazón el líder del campeonato. Luego, hizo lo propio ante Temuco, Cobresal y la mencionado victoria contra los caturros. El hilo triunfador solo se cortó en Santa Laura frente a Universidad Católica: el local llegó a estar 2-0, pero terminó cayendo por 4-3.
En esta vorágine de buenos resultados, hay un elemento táctico que marcó el camino para los hispanos: el cambio de sistema de juego. Hasta la sexta fecha del torneo, actuaron siempre con un 1-4-3-1-2. Sin embargo, sufrieron la lesión de volante ofensivo Juan Gabriel Rivas y ahí Palermo armó una línea de cuatro en la mitad de la cancha, desechando el anterior rombo, cuya cúspide la ocupaba el mediocampista argentino.
Ahora, el elenco de Santa Laura emplea un 1-4-4-2, con una línea media conformada por Pablo Galdames y César Pinares como volantes exteriores y un doble '6' muy potente de Óscar Hernández y Felipe Seymour. A todo esto, Rivas ya se recuperó, es suplente y, cuando ha ingresado en el complemento, lo ha hecho de mediocampista exterior. Parece que el puesto de '10' ya no corre más en los hispanos.
Galdames y Pinares, en buenas sociedades con Dagoberto Currimilla y Nicolás Berardo respectivamente, generan abundante juego por los costados para nutrir a la peligrosa dupla de Carlos Salom y Diego Churín. Este último, a raíz de una reciente fractura facial es reemplazado por Fabián Saavedra.
Por el eje de la cancha, las tareas están bastante claras también. Hernández es el volante central contenido y Seymour, el mediocampista más adelantado. Claro que cuando el equipo pierde el balón, el ex Universidad de Chile se alinea con su compañero para conformar un bloque espeso y compacto de ocho jugadores por delante del borde superior del área penal.
Con la pelota en su poder, el equipo se expande, con Galdames y Pinares bien abiertos para darle amplitud al conjunto y Seymour en posición de enlace por el centro a fin de vincular a la dupla de atacantes. Entonces, la elaboración de juego es acotada, gracias a secuencias de pases en las que el segundo o tercer receptor siempre ataca el espacio y garantiza así el avance agresivo. Para muestra un botón: en el segundo gol ante Wanderers, tras dos pases, José Luis Sierra Cabrera anotó solo ante Gabriel Castellón.