Los enredados con el descenso y el duro panorama de Curicó
El más complicado con el promedio es Wanderers, mientras que los torteros se jugarán la permanencia en las 15 fechas que durará el próximo torneo.
Recién acaba de concluir el Torneo de Clausura, que se lo adjudicó Universidad de Chile en apretada lucha ante Colo Colo y en el que Cobresal perdió la categoría, pero un trascendental tema comienza a estar presente en la agenda de los clubes: el peligro del descenso.
El 2017 se cerrará con el Torneo de Transición y no habrá pérdida de la categoría en forma directa, sino que esto se resolverá en un enfrentamiento con partidos de ida y vuelta entre un equipo de Primera División y otro del ascenso.
¿Cómo se definirá al cuadro del fútbol de honor? Existe ya una tabla del descenso, en la cual cada club exhibe un promedio, que es producto de los puntos logrados en los pasados Apertura y Clausura divididos por la cantidad de duelos disputados.
Wanderers en serio peligro
Los últimos cinco lugares en la tabla del promedio lo ocupan Everton (1,200), Huachipato (1,200), Palestino (1,167), Santiago Wanderers (1,033) y el recién ascendido Curicó (0,000). De los que lograron conservar la categoría, los caturros son los que corren más peligro.
Esencialmente, porque Curicó dividirá los puntos que obtenga por menos cantidad de partidos disputados (solo los concernientes al Torneo de Transición). Por lo tanto, cada triunfo que obtenga lo catapultará a la cima de la tabla, aunque empates y/o derrotas irremediableme lo hundirán en el fondo.
El nuevo técnico de Wanderers Nicolás Córdova tiene bastante claro el asunto. "Debemos generar los puntos para salvarnos, es algo que heredamos. Se parte el torneo con menos cinco puntos. Para nosotros el objetivo más importante es reencantar a la gente con el juego", manifestó en su presentación.
El caso de Curicó
La situación de los curicanos también reviste complejidad. Solo tendrán 15 partidos (todos los del Torneo de Transición) para no ser el últimos en la tabla del promedio y tener que disputar el duelo por la permanencia ante un rival de Primera B.
Sus rivales ya tuvieron la chance de disputar dos torneos (Apertura y Clausura) y acumular un 'colchón' de puntos que les permita encarar con alguna tranquilidad todo el segundo semestre de 2017. Wanderers se mantuvo en la parte baja en ambos certámenes y hoy sufre las consecuencias, tal como lo hizo Cobresal, que deberá jugar en el ascenso el próximo semestre.
El caso de Curicó trae a la memoria lo vivido por San Marcos de Arica en 2012. Después de 27 años, los nortinos volvieron al fútbol de honor, pero en el también llamado Torneo de Transición (de 17 fechas y con tabla de coeficiente), no pudieron mantener la categoría. Así, a fines de mayo de 2013, tuvieron que retornar a la competencia del ascenso.