C. Arcos
Nunca jugaste a la pelota
Mientras me dirigía a la cabina de transmisión de radio ADN, una voz ronca, escondida entre una muchedumbre, me lanzó una acusación artera.
Ocurrió en el estadio Monumental el domingo pasado. Mientras me dirigía a la cabina de transmisión de radio ADN, una voz ronca, escondida entre una muchedumbre, me lanzó una acusación artera, que para los futboleros suena casi a insulto.
-Arcos, nunca jugaste a la pelota.
Varios de los presentes rieron de buena gana, como si esa frase fuera un chiste mordaz o una grosería irreverente. Sin embargo, no me molestó en lo absoluto. Efectivamente nunca jugué a la pelota. Y qué.
Obviando el hecho de que el acusador posiblemente haya militado en las inferiores de la Juventus, el Chelsea o el Barcelona, bien vale la pena diferenciar entre los que jugaron fútbol, aquellos que lo hicieron poco y mal y entre quienes nunca vistieron de corto profesionalmente, pero no entre los reporteros, sino entre los protagonistas reales: los entrenadores de fútbol.
No necesariamente los grandes futbolistas se convierten en entrenadores de altísimo nivel. La lista es inmensa. De hecho, entre los mejores futbolistas de todos los tiempos hay varios que en la banca tuvieron escaso éxito. Pelé, Maradona, Zidane, Platini, Puskas, Charlton, don Elías. Y hay varios grandes DT que nunca jugaron. José Mourinho, Jorge Sampaoli, Arrigo Sacchi, Nevo Scala, Luis Santibáñez, Rafa Benítez, Sergio Markarián.
Marcelo Bielsa, creador de una escuela con muchos adherentes, registra seis partidos en primera división. El mismo Bielsa decidió terminar con su propia carrera debido a sus escasas capacidades. “Yo nunca me habría hecho jugar”, confesó en alguna ocasión.
Manuel Pellegini jugó muchos años en la zaga de la Universidad de Chile, pero no era un dechado de virtudes. Arsene Wenger en Francia, Louis Van Gaal en Holanda, Alex Ferguson en Escocia, todos futbolistas discretos.
El que nunca jugó fútbol lo siente. Y sabe que los jugadores marcan esa distancia. Por eso, no les queda otra que reducir el margen a través del trabajo duro y el estudio permanente. Los que nunca jugaron o lo hicieron mal, en general son entrenadores fanáticos, de mucha preparación, pues saben que esa es la forma de validarse ante el grupo.
Lo hace Sampaoli. Sabe que en el camarín debe darle instrucciones a figuras del Barcelona, Juventus, Arsenal. La única forma de entrar en el grupo es no mostrar dudas, elegir un camino. Y ganar. Ganar mucho.
Nunca jugué a la pelota. Es cierto Así como otros, a quienes no les ha ido tan mal. Una cosa es jugar bien al fútbol. Otra, saber mucho. Y otra diferente, ser un buen entrenador. No siempre estas condiciones están vinculadas.