El tapabocas de Vidal

Arturo Vidal ya es uno de los mejores futbolistas chilenos de todos los tiempos. Según Elías Figueroa, que algo sabe del tema, el ex Colo Colo es el jugador nacional más completo que ha visto. Tremendo halago del más grande de todos.

Ver a Vidal en buenas condiciones físicas es una buena noticia. Pero aún falta para cantar victoria. Es un hecho, indesmentible a esta altura del partido y negado sólo por los más fundamentalistas, que el volante de la Juventus no recibió el mejor tratamiento tras su operación a la rodilla previa a la Copa del Mundo. Se corrió un riesgo enorme cuyas consecuencias se podrán medir recién a final de temporada.

Vidal volvió a jugar 28 días después de una operación de meniscos. Demasiado pronto. Jugó un Mundial a poco más de un mes de la intervención. Bordea lo irresponsable. Es tan buen jugador que al sesenta por ciento de sus condiciones le alcanzó para ser titular. Pero no fue suficiente para ser la figura que todos esperaban en Brasil 2014.

Falta para ver el verdadero Arturo Vidal. A ese que se echó el equipo turinés en el hombro y lo condujo a títulos seguidos en el Calcio. Ese que fue pretendido por el Manchester United y el Real Madrid. Ese jugador que encandiló a Carlo Ancelottí, quien lo pidió como refuerzo en todos los equipos donde ha dirigido.

El tapabocas de Vidal no debe ser contra el público ni contra los medios. Debe ser contra quienes lo dejaron al borde de la cornisa y lo arriesgaron a una lesión mayor que esperamos no tenga consecuencias crónicas.