Los nuevos desafíos que se le vienen a la Roja de Sampaoli

Jorge Sampaoli probó varias fórmulas y nombres tras el Mundial de Brasil. Todo con miras a una Copa América que el DT anhela profundamente ganar. Y aunque el 2014 se acabó futbolísticamente para la Roja, los retos para el próximo año están claros.

El entrenador tiene un once ideal en su cabeza. Es el mismo que goleó 5-0 a Venezuela el viernes pasado en Talcahuano. Estando todos bien, Sampaoli confía en que Bravo, Isla, Medel, Jara, Mena, Díaz, Aránguiz, Vidal, Valdivia, Sánchez y Vargas sean los once que jueguen siempre desde el arranque.

A menos que haya un jugador que explote de aquí al torneo del próximo año, poco riesgo pasarán esos once jugadores. El desafío está en encontrar a los hombres que puedan suplir a los titulares cuando estos no estén, o bien, tengan que ser reemplazados.

Alternativas han ido apareciendo. Pedro Pablo Hernández llena totalmente el gusto del DT, aunque debe terminar de consolidarse en el Celta de Vigo para asegurar un puesto en la Copa América. Fabián Orellana y Mauricio Pinilla también están bien considerados por el casildense.

Hay otras zonas que requieren hombres de recambio. Mauricio Isla y Eugenio Mena no han sido "apurados" aún. Y cuando no están, Sampaoli lo sufre. Siempre en el fondo, con Igor Lichnovsky, Enzo Roco y Francisco Silva el técnico cree tener bien cubierta la zona.

El estratega siente que no es necesario un recambio abrupto, por lo que una de sus tareas principales será definir con pinzas los puestos que siente tiene que trabajar ya sea con viejos conocidos o bien, con los jugadores más jóvenes que ha ido citando, como el propio Lichnovsky, Juan Delgado o Martín Rodríguez.

Por eso es que incluso más allá de los nombres, el DT quiere encontrar esquemas a los que recurrir dentro de un mismo partido. El 4-3-3 es el que más le gusta, aunque el 3-5-2 también le agrada. Ahora su meta es lograr afinar el 4-5-1 que probó ante México en el primer amistoso post Mundial. En ese partido el técnico quedó muy conforme con lo que vio en la cancha.

Todo para el desafío mayor que significará la Copa América del próximo año. Chile será local y llegará con una selección que tiene dos mundiales a cuesta. Hay fútbol, hay madurez y ganas de levantar un trofeo que nuestro país nunca ha ganado.

Chile ha dado muestras de que cuando quiere, puede. Por eso la labor de Sampaoli será afinar las piezas de un equipo que durante varios partidos de 2014 fue un hueso duro de roer para casi todos sus rivales.