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Es casi un hecho que Manuel Neuer, el notable arquero alemán del Bayern Munich, campeón del mundo en Brasil 2014 y candidato a pelear por el Balón de Oro, será el ganador del premio de la FIFA al mejor portero de la temporada. Pero el hecho que Claudio Bravo esté incluido en esa lista de cinco, ya es un paso enorme para el capitán de la Roja.

¿Triunfo moral? Las pinzas. Avance concreto de un arquero que hace diez años debutaba en el arco de Colo Colo.

Este ha sido el mejor año de su carrera. Pasó de la Real Sociedad al Barcelona, nada menos que para reemplazar a Víctor Valdés, que lo ganó todo con los catalanes. Hizo una gran Copa del Mundo. Durante buena parte del certamen, de acuerdo a la calificación de la FIFA, encabezó la estadística como el mejor cuidavallas del certamen. Debutó con ocho partidos sin recibir goles en su portería.

Pese a esto, en Chile aún es cuestionado. Mucho más que en el exterior, donde se le reconoce como un arquero de esos diferentes.

¿Se ha equivocado en goles? Seguro. Varias veces. Como todos, ha tenido partidos flojos. Pero si vamos a contar las malas, contemos las buenas. Y esas son muchas más.

Es probable que Bravo tenga menos condiciones innatas que Roberto Rojas, para muchos el mejor arquero chileno de la historia. Es probable que no tenga sus reflejos, su fuerza de piernas, su capacidad para adelantarse a las jugadas. Seguro no tiene el carisma ni el carácter pionero de Sergio Livingstone, el creador del puesto de arquero en Chile. El primero que convirtió el lugar del ataja-goles en protagonista del juego y del espectáculo.

Pero Bravo ha llegado donde nadie lo hizo. Moleste a quien moleste. Ocho años atajando en Europa, jugó dos mundiales, fue capitán en dos citas planetarias, fue contratado por uno de los mejores equipos del mundo. Lo suyo es el trabajo. Es el esfuerzo. Es el entrenamiento constante. Es tomarse la pega en serio. Escuchar, aprender y corregir. Aparte de condiciones naturales que sólo los miopes no pueden ver.

Bravo por Claudio Bravo. Su nombre ya está en la historia del fútbol chileno. Merecido se lo tiene.