Arcos
La apuesta de Alexis
No era fácil la decisión de Alexis Sánchez a comienzos de temporada. Todos los jugadores del planeta querrían jugar en el Barcelona y establecerse en la ciudad condal como un fijo. Te asegura jugar al lado de Messi, quizás el mejor del mundo, pelear títulos importantes, permanecer en la primera línea de los focos.
Pero Alexis hizo otra cosa. Apostó. Y hasta ahora le ha funcionado perfecto.
Porque se fue a un Arsenal donde dificílmente logre ganar algún título en lo colectivo. Seamos sinceros, es difícil que los cañoneros ganen la Premier League. Si lo hacen sería una sorpresa. Difícil que se queden con una copa europea. Si lo logran sería un hallazgo. Pero el chileno apostó a irse a un sitio donde lo valoraran, donde no coartaran sus mejores atributos en la cancha.
En Barcelona vimos a un Alexis que nunca dejó de ser un enorme futbolista, pero que había perdido la chispa, esa capacidad para encarar, esa irreverencia para enganchar por cualquier perfil, esa osadía para pegarle al arco desde cualquier zona. En la última temporada con los catalanes mostró algo de eso. Hizo muchos y grandes goles. Y así y todo no era un indiscutido.
Como dicen en el campo, Alexis prefirió ser cabeza de ratón que cola de león.
Partió a una liga desconocida para él, a un equipo grande y popular, pero no el más grande de todos. Un cuadro que hace diez años que no sale campeón, pero que tiene un estilo de juego definido, donde el nortino encajaba como pieza precisa en el rompecabezas de Wegner.
Es una apuesta. Sigue siendo una apuesta. Riesgosa. Compleja. Difícil de predecir. Sólo a fin de temporada sería justo evaluarla con resultados y rendimientos en la mano. Pero hasta ahora le ha resultado.
Pleno para el tocopillano.