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Arcos

Usted no lo diga

No estoy de acuerdo con las declaraciones de Julio Barroso. Primer punto. No creo que en este torneo hayan ocurrido situaciones graves que den para sospechar de un amaño en los resultados. No creo que una mano negra haya mecido la cuna de los jueces y eso oriente los resultados a favor de uno u otro. La tabla de posiciones, la remontada de los albos y el dramático cierre de torneo son la mejor prueba de que el certamen no está arreglado.

Dicho esto en castellano claro, creo que Julio Barroso no debió ser castigado por decir lo que pensaba. Ni Barroso ni nadie debería ser sancionado por sincerar su pensamiento. La tolerancia está no en aceptar las declaraciones que coinciden conmigo o que abrazo, sino precisamente las contrarias.

Todos los finales de campeonato escuchamos a jugadores, dirigentes, entrenadores, decir o insinuar que el campeonato muestra “cosas raras”. Barroso dijo lo que muchos creían y pocos se atreven a decir de esa forma. La tiran sobre la mesa, la deslizan, pero no la dicen ni en forma y fondo.

Cada fecha, en casi todos los clubes, se oyen críticas severas a los árbitros, se piden vetos, traslados, se identifica a ciertos jueces con clubes determinados. Pasan los años y algunos protagonistas de torneos anteriores aún aseguran a quien quiera oírlos que les “robaron” aquella campaña.

En el plano internacional ni hablar. Parece letra sagrada, impuesta. Que a Colo Colo le robaron la Copa Libertadores del 73, que los paraguayos arreglaron un partido para perjudicar a los albos, que a la U le metieron la mano al bolsillo en la Copa del 96, cuando no le cobraron un penal inmenso en las semifinales ante River Plate en Buenos Aires.

El Tribunal investiga, somete a juicio y sanciona, no cuando los futbolistas se quejan de los réferi, por ejemplo. Lo hizo cuando tocaron a los dirigentes. Antes no actuaron nunca. Contra nadie.

Uno de los argumentos es que Barroso atentó contra la probidad del campeonato. El fútbol chileno, a nivel de dirigentes, jugadores, entrenadores, árbitros, periodistas e hinchas, no tiene precisamente un derrotero transparente, prístino, inmaculado, libre de toda mancha.

Más papistas que el Papa.

Si negamos la libertad a un protagonista a decir lo que piensa, use la camiseta que sea, entramos a un terreno pantanoso. En Chile figuras como Mohammed Alí, Pelé, Johan Cryuff, Maradona, Mourino, Guardiola, Cristiano Ronaldo, Zlatan, habrían sido sancionados, castigados. Por hablar más de cuenta. Por políticamente incorrectos. Por pisar el fango. Por dudar de la honra de la actividad.

No. No estoy de acuerdo con Barroso. Ni en forma ni fondo. Creo que el torneo no está arreglado. He visto menos, muchos menos errores arbitrales que en otros campeonatos. Creo que ganará el mejor.

Con el mismo fervor creo que Barroso no debió ser castigado por decir lo que piensa. Aunque esté equivocado. Muy equivocado.