Que gane el más mejor

Es posible que este sábado tengamos campeón. A lo sumo, el martes, si es que se prolonga el torneo hasta un partido de definición. Algunos aseguran que la historia sólo le pertenece a los ganadores. Discrepo. El vencedor tiene la palabra, la prioridad, pero que sería de la historia del fútbol, del deporte, del cine, de la literatura, de la política, de nuestra propia vida, si contáramos sólo las buenas, la versión del triunfador.

Digo esto porque, como nunca, tres equipos pelean el título y los tres han presentado herramientas válidas como para levantar la corona.

La U ha sido puntero buena parte del campeonato. Mucho rato en exclusiva, ahora compartido el liderato. Pero siempre arriba. Y tiene más plantel que el resto. Después de los fallados experimentos de Franco, del Fantasma, del Relojito, después de la delirante gestión de Yuraszeck, ahora está cerca de la gloria.

Colo Colo vino de atrás. Tiene un libreto que maneja al dedillo, de memoria. Ganó los clásicos, tiene al goleador del torneo y Tapia llegó a calmar un período de confusión donde hasta Benítez, Benítez pues, se sentó en la banca.

Wanderers es un equipo entrañable. Los que somos provincianos no podemos dejar de empatizar con el puerto, el viento de Playa Ancha, las canchas del Alejo Barrios, el Jotacruz, la Sebastiana, los cerros y una de esas hinchadas que no falla. A muchos les sorprende la campaña de Astorga como DT. Quienes lo hemos seguido desde Melipilla, La Calera, Palestino, sólo confirmamos que es un entrenador de excepción.

Está lindo el final de torneo (los defensores de los playoffs se escondieron, por suerte). Un campeonato al que le pueden faltar muchas cosas: organización, seguridad, ritmo, nivel. Pero es nuestro.

Nada más que decir. Como dijo el gran Leonel, que gane el más mejor.