Arcos
Debut en blanco
En el segundo tiempo los nortinos jugaron mejor. Convirtieron a Villar en figura. Si no es por el paraguayo, los blancos reciben más goles. Así de sencillo. Para los ariqueños esta no era la primera fecha. Era la 18 de una carrera agobiante por el descenso.
El debut de Humberto Suazo fue amargo. En el primer tiempo se conectó en un par de ocasiones y mostró a cuentagotas el buen jugador que es. Pero dentro del área sucumbió ante dos zagueros, como Meza y Labrín, con oficio y simpleza. Más encima perdió un lanzamiento penal, mezcla de mala ejecución y virtud de Carrizo, el arquero que lo esperó.
Lo de Colo Colo no pasó por un jugador en exclusiva, sino por funcionamiento y ausencias. No estuvieron Barroso, Vecchio y Paredes. Y el Cacique sintió la carencia de los tres.
Insistir en Maldonado en la zaga tiene sus riesgos. Un jugador que no tiene la velocidad de antaño. De hecho, la rapidez nunca fue su gran cualidad, sino su gran técnica y visión de juego. En algún momento de desesperación, Héctor Tapia dispuso una línea de tres en el fondo, con el ex jugador de Cruzeiro por la izquierda. Un suicidio futbolístico que Pablo González supo aprovechar con su velocidad generando la maniobra del único tanto del partido.
Al no estar Vecchio, Valdés se fue a jugar más arriba. Con más marca, más cerrado, menos posibilidad de remate. Encapsulado en un equipo corto, como el dirigido por Fernando Vergara.
Cuando los partidos están bloqueados, muchas veces la solución proviene del banco. Héctor Tapia tomó una determinación arriesgada. Sólo dispuso de jugadores juveniles como alternativa. Una señal confusa, que dice que si los titulares no pueden con el pleito, la responsabilidad cae en futbolistas que pueden ser muy buenos proyectos, pero difícilmente solucionen un partido embromado. No fueron ni citados Felipe Flores y Sebastián Toro.
Primera fecha. No da para lecciones tajantes. Pero sí para algunas pistas. Y las de Colo Colo no mostraron un buen camino.