U. Católica 0 - U. Española 0
El emotivo partido de Mirosevic en su vuelta a San Carlos
Luego de casi nueve meses el mediocampista jugó nuevamente un partido en la precordillera, aunque esta vez fue para enfrentar al club de sus amores.
El 26 de abril de 2014 había sido la última vez de Milovan Mirosevic en San Carlos de Apoquindo. Sin saberlo, el empate de ese día ante La Calera era la despedida del mediocampista del club que lo vio nacer.
Este domingo, defendiendo a Unión Española, el volante retornó a la precordillera para hacerle frente al equipo del que se declara hincha.
Para el ex Racing fue un duelo especial. Ya en los días previos el propio jugador señalaba que el choque ante la UC sería particularmente emotivo.
Y así lo vivió de principio a fin, comenzando por el camino a los vestuarios. Milovan se cambiaba por primera vez en el camarín visitante tras muchos años haciéndolo en el del local. Ya en el calentamiento los más de 12.000 hinchas que llegaron hasta el recinto comenzaron a corear su nombre.
Para el momento del saludo protocolar entre los equipos, el abrazo más conmovedor lo protagonizó con Cristián Álvarez, amigo íntimo del ex cruzado. Antes su nombre fue el más aplaudido, incluso más que el de los propios valores locales, al momento que el locutor del estadio diera las alineaciones.
"Yo todavía lo siento de Católica", dijo Álvarez tras el partido. Y es que para muchos Mirosevic es sinónimo de identificación con el cuadro franjeado.
Durante el partido al 'Milo' se le vio lejos de su nivel en la primera fracción, pero en la segunda etapa comenzó a pedir más la pelota y protagonizar las jugadas de riesgo del cuadro hispano.
A pesar de estar en el rival de turno de los universitarios, los fanáticos del club católico corearon "Milovan, Milovan, dale Milovan" en algunos pasajes del compromiso.
De hecho, tuvo un cabezazo que por poco se le coló a Franco Costanzo y que habría sido la guinda de la torta de una historia que finalmente terminó en empate 0-0.
"Fue difícil para mí", confidenció en camarines el volante. Al momento de hablar de la UC se le notaba emocionado. La cara de Mirosevic reflejaba que hace poco había vivido uno de sus partidos más emotivos.