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Arcos

Arturo Vital

Cuando Arturo juega en su real nivel, es vital. Vital para la Juventus, vital para la Roja. Un jugador que jamás pasa desaparecibido. Pocos en el concierto internacional pueden combinar de mejor manera todas las facetas del juego como el chileno. Potente en lo físico, técnica a toda prueba, maneja ambos perfiles, fuerte en el juego aéreo, corajudo al meter la pierna, con capacidad defensiva y poder de gol.

Eso es cuando Vidal está al ciento por ciento. Y según propia confesión, reforzada por las declaraciones de su entrenador, recién está volviendo a ser el Vidal que veíamos antes de su operación y de su debatible proceso de recuperación.

Tener a Vidal de regreso es una buena noticia por todos lados. En los últimos dos partidos, Allegri lo ha dejado jugar libre, pisar el área, inventar lujos (contra el Inter), terminar un contragolpe con un gol de manual (ante el Nápoli). Le ha permitido a Vidal jugar de Vidal, como lo hizo Antonio Conte, en los mejores años del ex Colo Colo.

Llegó a duras penas a la copa del mundo. Su aceleración en el proceso de su lesión ya ni siquiera se discute. Las pruebas están a la vista. Es tan buen jugador que con eso le alcanzaba para ser titular en la selección y en su club. Pero todos sabemos, Vidal incluido, que no estaba ni cerca del extraordinario rendimiento que puede presentar en su mejor versión. En su juego promedio.

Para decirlo con todas sus letras, Vidal sano está entre los mejores volantes del mundo. Así de simple. Así de claro. Así de sencillo.

La proyección es halagüeña. Aún no se puede cantar victoria, pero la curva es ascendente. Podríamos esperar que llegue a la Copa América, al fin, en plenitud de condiciones. Chile es otro equipo con el volante en su sitio adecuado y en el mejor instante.

Maradona lo alabó. Es casi una humorada. No hay que tomarlo muy en serio (como casi todo lo que dice Maradona).

Pero es un hecho que cuando Arturo juega de Vidal, es vital. Y puede jugar en cualquier equipo del mundo.