Arcos
Primera B
El calor arreciaba con todo esa tarde de sábado. El puntero de la división, San Luis de Quillota, llegaba al estadio Municipal de La Pintana a enfrentar al aspiracional once de Magallanes, que sueña mucho pero concreta poco.
Un bus de hinchas del canario se estaciona junto a la puerta principal del reducto. Un funcionario del cuadro carabelero los espera y les da la bienvenida. Vienen niños, jóvenes, adultos y viejos, viejos lindos. Todos con su atuendo amarillo inconfundible.
El encargado les da las instrucciones para que su ingreso sea más expedito. Otro personero, encargado de la seguridad del estadio, nos da las buenas tardes y nos permite ingresar al estacionamiento para la prensa.
El sol golpea con crudeza. Ahoga. En pocos minutos, veintidós jugadores tendrán que jugar bajo esa inclemencia. Nadie se queja.
La señora Iris recorre la tribuna principal. Vende números de rifa. Tres en quinientos pesos. La recompensa son souvenir de Magallanes a elección. Gorros, chapitas o llaveros. El monto recaudado es para aportar a la bandita clásica de la Academia, que metros más allá entona las mismas melodías hace cuarenta o cincuenta años. El menor de los músicos supera el medio siglo. El mayor confiesa 70 abriles con mucho orgullo.
La caseta de la emisora es amplia. El aire acondicionado, por suerte, funciona a la perfección. En la puerta de ingreso, una señora ya mayor te da las buenas tardes con una sonrisa y te aconseja aperarte con botellas de agua, por el calor que excede esa tarde los 34 grados a la sombra.
Si bien hay un sector delimitado para las dos hinchadas, no son pocos los hinchas quillotanos que se mezclan junto a los del local. Y no pasa nada. Un par de bromas, una respuesta ingeniosa. Risas por ambos lados.
Gana Magallanes. Lo gana bien el equipo de Ubeda. San Luis sigue siendo puntero. A la salida del camarín, hablan todos. Entrenadores, jugadores, titulares y suplentes. Y no pasa nada malo. No les ocurre ninguna desgracia por hablar del partido.
¿El calor? Un detalle. Nadie protesta. Ni ganadores ni perdedrores.
Es la Primera B. El torneo más competitivo del fútbol chileno. Un gusto.