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Arcos

Palestino conmueve

Algunos ven el fútbol como un negocio. Una oportunidad para ganar dinero. Es lícito y válido. Otros lo ven como una ciencia, tratando de complejizar un juego que es, por definición, simple. Pero si hay algo que hace distinto al fútbol es su capacidad de conmover, de estremecer, de regresarnos a la esencia de correr detrás de una pelota, de provocar sonrisas y generar simpatía por algo intangible como los colores de una camiseta.

Palestino conmueve. No sé si pase o no a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Esto es fútbol. Nacional de Montevideo es un grande del fútbol sudamericano. Tiene jugadores de enorme valor. Son uruguayos y nunca jamás puedes dar por derrotado a un uruguayo. Pero la victoria de los árabes en el Santa Laura sólo viene a reforzar un concepto que tiene el equipo de Guede: detrás de ellos no hay sólo sistemas tácticos y rendimientos. Hay una historia que estremece.

De otra forma no se entiende la empatía que genera esta escuadra. Tiene en sus filas mucho barrio, mucho potrero. Tiene en su camiseta una causa política, una reivindicación, una lucha. Tiene en sus colores una colonia con varias generaciones asentadas en esta tierra.

Palestino juega bien. Arriesga. Comete errores en su afán de búsqueda permanente del arco contrario. No tiene grandes estrellas, pero sí buenos jugadores. Buenos para la pelota. Laboriosos. No confunde la intensidad con la prisa desaforada. Juega. Con la pelota al pie. Con Díaz jugando en cuatro puestos. Con Lanaro y Escudero firmes. Con Rosende como cerebro. Con Farías corriendo por todos. Con Valenzuela y su pisada. Con Vidangossy jugando hasta casi de lateral. Con Valencia pegándole como si creciera con la pelota. Con Riquelme sin cansancio. No nombré ningún futbolista famoso ni millonario. No nombré ningún futbolista cómodo ni estático. Hay en Palestino mucha hambre. Pero la principal no es el hambre de ganar títulos, es el hambre de contagiar, de estremecer, de crecer con una idea simple y sencilla. Jugar a la pelota.

Soy de los que creen que sólo el deporte y el arte, en todas sus formas, son capaces de conmover a distancia. Son las únicas actividades que pueden moverte con conceptos tan intangibles como potentes. Detrás de la falta de explicación, hay amor verdadero. ¿Por qué amás el fútbol? No lo sé. Sólo me nace. Me sale. Son las dos únicas actividades donde el espectador y el protagonista pueden fusionarse, pues su latido es similar.

Tiene una deuda pendiente Palestino para sumarle capítulos a esta historia. Más jugadores provenientes de la colonia en sus filas. Porque los que juegan y dirigen, pese a tener raíces diferentes, aprendieron a conocer y querer esa historia, que sólo la conmoción convierte en cercana para ellos.