Arcos
La goleada de Machete
El fútbol se juega 11 contra 11. Y se juega en toda la cancha. Este segundo concepto, tan obvio y evidente, lo comprendió mejor la Universidad de Chile en la victoria ante la UC en San Carlos. Un triunfo que se celebra en las huestes azules y también en Cobresal, el puntero de campeonato, que terminó estirando la distancia con sus escoltas a cuatro fechas del final del campeonato.
El discurso de la intensidad, el vértigo y el constante juego ofensivo es muy atractivo. Defenderlo es abrazar una causa ganada. ¿Quién podría rechazar una ideología que enarbola conceptos como la vanguardia, el ataque, los goles y la ambición? Nadie.
Pero el fútbol tiene capas, momentos, etapas. Suelen ganar más partidos los equipos que aprovechan los instantes favorables, porque ni los cuadros de Guardiola juegan al mismo ritmo los noventa minutos.
La U partió mejor en el primer tiempo, lo emparejó Católica. Los azules soportaron el vendaval, recuperaron la bola, se tranquilizaron y abrieron la cuenta.
En el segundo cuando empatan los cruzados fue cuando Lasarte movió el tablero. Su lectura del partido fue certera. Sabía que el equipo de Salas soltaría las naves y caería en la tentación de poner mucha gente arriba, como si eso fuera sinónimo de atacar más.
Instaló a Ubilla en la derecha, Maxi Rodríguez comenzó a ser factor con más espacios y Canales sacó chapa de figura. Se movió a la izquierda cuando fue necesario, se recogió y terminó anotando tres goles, convirtiendo la victoria en goleada.
Las ganas de la UC, el pundonor y el espíritu, le permiten pelear hasta el final del partido. Pero a veces con los deseos no alcanza. Como muchas veces los cruzados terminaron siendo un equipo partido en dos. Los cuatro del fondo, Costa y arriba Rojas, Ríos, Llanos, Gutiérrez y Muñoz. Fue el momento en que menos ocasiones de riesgo se generó Católica.
Cuando la U ya ganaba 4-1, Lasarte dispone una línea de cuatro al medio: Ubilla sacrificado a la derecha, Espinoza, Guzmán Pereira y Martínez, enlazando a Lorenzetti y arriba Canales y Benegas después.
Si la U jugara así siempre no estaría en lugares postreros de la tabla. Su irregularidad fue mayúscula. Pero este domingo el partido se movió al antojo del técnico uruguayo.
Me pasa con Mario Salas lo mismo que con Pablo Guede de Palestino. Trabajadores, sacrificados, ofensivos, imitables. Pero aún en formación. Aún en la búsqueda de un sano equilibrio.
En la pizarra Martín Lasarte goleó a Mario Salas. La UC no gana en San Carlos de Apoquindo desde el 2013, cuando precisamente el uruguayo era el técnico cruzado. Por algo será.
Celebra la U. Más lo celebra Cobresal.