Entrevista Rodrigo Tapia
La sorprendente historia del 'goleador fugaz' de Colo Colo
Debutó a los 18 años con un gol y todos pensaban que tendría un gran futuro. Hoy está retirado con sólo 27 años. Su carrera nunca pudo despegar.
A Rodrigo Tapia le bastaron 15 segundos para dejar el anonimato y anotar el gol que había soñado durante toda su infancia. En 2006, con sólo 18 años, Claudio Borghi lo hizo ingresar ante Cobreloa y en la primera pelota aprovechó un pase genial de Jorge Valdivia para convertir y empezar a escribir una historia llena de giros inesperados.
"Cuando hice el gol me nublé. Había 30 mil personas y sólo recuerdo que miré a mis viejos a la galería y sentí cómo retumbaba el estadio. Recuerdo que ahí Borghi dijo que había sido un 'rajazo', pero lo malinterpretaron. Quiso decir que es difícil entrar y hacer un gol, se expresó mal, pero igual me mató, jajajá", recuerda.
Después de eso, todos hablaban de usted como el gran proyecto de las inferiores, ¿qué pasó?
Ese era el momento para despegar, pero fue difícil convivir con esa especie de fama, no me asesoré bien, no lo supe llevar y eso me pasó la cuenta. Estando en Colo Colo, salía todas las noches, pero al final lo que mas pesó fue que no quería entrenar, me aburrí del fútbol, Fui tonto, pero me cansó la rutina, el haber estado entrenando toda la vida. No quise más. El arrepentimiento es grande.
Supongo que tras ese debut soñado imaginó un futuro brillante en el fútbol...
A mi vieja le decía siempre que iba a estar en Europa y que no iba a tener que trabajar más, pero no se pudo.
¿Qué siente al ver triunfando a compañeros de generación como Vidal, Isla, Sánchez o Medel? Con varios de ellos compartiste en selecciones menores...
Rabia conmigo, porque quizá podría haber estado en algún equipo de afuera o tal vez habría podido mantenerme hasta hoy en Colo Colo, pero ya está.
Después deambuló por equipos de Segunda y Tercera, ¿cómo fueron esos años?
No creo que me haya perdido, pero me hice ver poco. Fui a Iquique y me hicieron jugar de creación, pero yo estaba acostumbrado a ser goleador toda mi vida. Pasé por la Universidad de Concepción, Fernández Vial y ahí tuve muchas lesiones y convertí poco. Después me fui conformando con lo monetario. Pensé que iba a jugar sólo por el nombre y por haber estado en Colo Colo, pero no era así. Empecé a jugar en Tercera, por buenas lucas, pero era tercera... ahí murió mi carrera.
¿Ha vuelto a ir al Monumental?
No he ido nunca más a ver un partido. Seguramente me emocionaría mucho.
Su faceta como DT
Hoy reparte su tiempo entre sus estudios en el INAF y los entrenamientos con la escuela de Palestino La Granja. Ahí está a cargo de los más pequeños, una labor que lo llena de recuerdos.
¿Qué tal esta faceta como formador?
Es una escuela nueva, estamos en proceso, no se puede comparar con las de Colo Colo o la U, pero estamos trabajando con humildad. Para mí entrenar a los niños es nuevo, pero me trae muchos recuerdos y pretendo seguir dándole mis conocimientos y experiencias. Es una diversión total estar con ellos. Mi gran sueño sería que un niño que yo haya tenido llegue muy alto.
¿Le gustaría volver a Colo Colo como DT?
Estoy con hartas expectativas y en el futuro me gustaría mucho tomar un equipo profesional. Volver a Colo Colo es mi sueño, pero si llega una oferta de la U o de Católica, lo haría igual.