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Entrevista ASTV

'Tunga' González: de goleador letal a próspero empresario

El ex delantero de O'Higgins y Colo Colo, entre otros, repasó su prolífica carrera y se refirió a su exitosa faceta como empresario en Rancagua.

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'Tunga' González: de goleador letal a próspero empresario

Aníbal González anotó 155 goles por torneos nacionales, lo que lo transformó en uno de los goleadores más cotizados de los '80 y '90. Era un '9' letal en el área, escurridizo, rápido y pícaro que en 1992 dio el gran salto de su carrera al fichar por Colo Colo. Si bien en el Cacique sólo estuvo una temporada, dejó huella y números contundentes: 38 goles en 60 partidos.

'Tunga' González: de goleador letal a próspero empresario

¿Qué recuerdos guarda de su paso por el Cacique?

Siempre quise salir de Rancagua. Todos los jugadores que salen de inferiores son los que menos plata ganan y tenía claro que nuestra carrera es corta. Desde niño era hincha de O'Higgins y Colo Colo, por lo que llegar al Cacique fue algo muy positivo y grande, porque venían de ganar la Copa Libertadores. Ese era un equipazo, con un gran entrenador y grandes dirigentes. En ese instante, Colo Colo fue un equipo muy poderoso.

También pasó por la UC...

Regresé de México a Palestino, fui goleador y se abrió la posibilidad de llegar a la UC de Manuel Pellegrini. Él es un gran entrenador y anduvimos bien los primeros seis meses, pero después la presión le pasó la cuenta. Luego llegó Fernando Carvallo, un DT muy capaz y eso me sirvió mucho. Fui campeón y con (Sebastián) Rozental hicimos muchos goles. Fue una etapa muy positiva y bonita. 

¿Qué balance hace de su carrera?

Soy un agradecido del fútbol, yo sé que muchas veces dicen que si hubiese jugado en esta época estaría en Europa, pero todos los tiempos han sido positivos y le doy gracias a Dios porque en grandes momentos yo estuve en los mejores equipos. En resumen, sin el fútbol no hubiese sido nada.

¿Le quedó la espinita clavada de jugar más en la Roja o llegar a Europa?

La verdad es que siempre quise jugar en México. Cada vez que me preguntaban decía que prefería llegar allá antes que a España u otro país. Incluso una vez estuve cerca de ir al Saint Gallen de Suiza para reemplazar a Zamorano, pero no me llamó la atención, no quise. Estando en Colo Colo me vieron unos empresarios aztecas y ahí cumplí mi deseo. Estuve cerca de tres año y me fue bien. 

¿Y la Selección?

Era complicado jugar. Fui partícipe de la Copa América el 91, aunque tenía adelante a Iván Zamorano, goleador de Sevilla e Ivo Basay, goleador del fútbol mexicano. De todas formas compartí con ellos y de una u otra forma les metí presión. Lo que sí, en las giras pude hacer varios goles por Chile.

'Tunga', el empresario exitoso

Se retiró en 2002 y desde ese instante comenzó a familiarizarse con las oficinas, los papeles y a convivir con el rol de ser jefe. Tuvo una exitosa fábrica de aluminios y vidrios, aunque siempre quiso dar un giro hacia el deporte y por ello es que ahora está dedicado a administrar su complejo deportivo y su gimnasio.

¿Cómo surge esta faceta de dirigir empresas?

Como jugador era goleador, estuve en grandes equipos, fui al extranjero y ahí pude ganar harto dinero. Siempre fui precavido y pensé en el futuro para mis hijos, por lo que compré casas y departamentos y en un momento mi fuerte fue vivir de los arriendos. Sin embargo, siempre pensé en tener alguna empresa y me di cuenta que fuera del fútbol hay una selva de negocios, así como mucha gente que te puede joder. Partí con la empresa de vidrios y aluminios, me fue muy bien y después vinieron las demás cosas.

El gimnasio es su último gran negocio, ¿cómo lo evalúa?

Ahora me tiré con este negocio y quiero que sea el mejor lugar de Chile. Es un trabajo grande y sacrificado y la verdad es que ha dado muy buenos resultados

¿Cómo es como jefe?

A veces soy bastante odioso. Ser jugador de fútbol es un trabajo exigente y siempre uno tuvo que esforzarse para llegar alto, por lo que en mis empresas soy igual con mis trabajadores. Lamentablemente en el mundo hay de todos, pero por suerte me he rodeado de buena gente que ha comprendido mi forma de pensar. Me gusta que las cosas funcionen.