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Sebastián Beccacece nunca jugó fútbol profesional. Jorge Sampaoli tampoco. Pertenecen a ese grupo de personajes notables, estudiosos y exitosos, que rompieron aquel prejuicio que para trabajar en el fútbol es obligatorio haber sido jugador. No lo fueron y mal no les ha ido.

Sebastián Beccacece es el ayudante técnico de Jorge Sampaoli hace doce años. Se conocieron de manera casual. Claudio Vivas, ex asistente de Marcelo Bielsa, los presentó en un café en la ciudad de Rosario. Congeniaron. Comenzaron a trabajar juntos primero y se hicieron amigos después. El pelilargo ayudante, fanático del rock y la literatura, que alguna vez quiso ser lateral derecho, hizo el trayecto entre Argentina y Perú en bus, con solo 22 años, para iniciar un trabajo que cambiaría su vida y la de varios.

Sebastián Beccacece le anunció a Jorge Sampaoli que ya era tiempo de emprender el vuelo en solitario. Tuvo ofertas anteriormente, pero sentía que aún no estaba preparado. Propuestas de Ecuador, de la Universidad de Chile, un sondeo de la propia selección chilena en caso de que el DT casildense dejara el cargo. Incluso Marcelo Bielsa lo tentó para ser su ayudante. Pero Becaccece siempre dijo que no. Ambicioso, pero sin apuro.

Sebastiá Beccacece quiere seguir un camino en solitario. Es una apuesta, como lo fue partir a colaborar con un técnico sin experiencia como Sampaoli, con ganas de tragarse el mundo. La historia está llena de ejemplos, buenos y malos, de ayudantes que han comenzado carreras en solitario, con éxitos y fracasos.

Joachim Low fue reclutado el 2004 por Jurgen Klinsmann, cuando el ex delantero asumió la selección alemana. Fueron terceros en el Mundial del 2006 organizado en su país. Cuando el ex ariete dejó el cargo, su ayudante tomó la posta. Sigue hasta hoy y el 2014 se consagró campeón del mundo.

No era fácil reemplazar a Josep Guardiola en el Barcelona. Por eso la dirigencia catalana eligió a Tito Vilanova, su escudero técnico. El fallecido entrenador fue campeón en su primera Liga y solo un cáncer lo alejó de una banca donde seguramente habría permanecido por mucho tiempo.

Cuando David Beckham dejó el Manchester United por el Real Madrid, le consultaron sobre un entrenador para recomendar. El blondo no dudó en mencionar al portugués Carlos Queiroz, quien había sido campeón del mundo juvenil con su nación, pero hace años oficiaba como segundo de sir Alex Ferguson. Su historia en el cuadro merengue no fue feliz.

Hay duplas que no pueden romperse. Brian Clough es considerado uno de los mejores técnicos en la historia de Inglaterra. Junto a su colaborador Peter Taylor formaron una dupla que llevó al modesto Derby County a ser campeones de la Liga. Cuando Clough pasó al Leeds United se pelearon y el reputado técnico se fue solo a su gran desafío. Duró apenas 44 días en el cargo. Volvió a trabajar con su eterno asistente. Llegaron al Nottingham Forest, logrando dos títulos de Europa, en una de las grandes sorpresas en la historia del campeonato de clubes más importante del Viejo Mundo. Esta historia puede verse en la notable película The Dammed United, traducida al español como el Nuevo Entrenador.

Matt Busby fue el gran artífice del Manchester United de la década del 60. Cuando ocurrió la tragedia de Munich, donde murieron siete futbolistas, su grave estado de salud obligó a que su ayudante, Jimmy Murphy, tomara las riendas del equipo. Lo que hizo cambió la concepción del club para siempre. Centró su trabajo en las divisiones inferiores y armó un plantel con jugadores de casa, encabezados por Bobby Charlton. No se entiende el Manchester United, como filosofía de club, sin Jimmy Murphy.

Marcelo Bielsa es una referencia en el fútbol argentino. Claudio Vivas fue su ayudante en Newells, la selección argentina, Vélez Sarsfield, Athletic de Bibao. Pero cada vez que intentó caminos en solitario, no pudo cuajarlo. Bien lo sabemos tras su lamentable paso por la sub 20 de Chile. Eduardo Berizzo fue dirigido por Bielsa en la Lepra. Fue su mano derecha mientras dirigió a la Roja. Tras un paso poco exitoso por Estudiantes de La Plata, luego fue campeón en O’Higgins y hoy dirige al Celta en la Primera División español, lo que no es poco.

José Mourinho, otro que nunca jugó a la pelota, comenzó su carrera como traductor de Bobby Robson, cuando el inglés llegó a dirigir al Porto y no sabía una palabra del lenguaje lusitano. Tanto le gustó el trabajo de Mourinho que lo convirtió en su ayudante y se lo llevó a Barcelona. Tras un par de temporadas en España, Robson fue destituido y contrataron a Louis Van Gaal. El DT holandés pidió que Mourinho continuase en el cargo de asistente, hasta que años después regresó a Porto, ahora como DT titular, para ganar la Champions.

Ejemplos hay miles. Carlos Bianchi con Carlos Ischia en el período más exitoso de Boca Juniors. Fernando Riera tuvo a Luis Alamos en el proceso que terminó con Chile tercero en el Mundial del 62. Manuel Pellegrini comenzó a trabajar con Rubén Cousillas en San Lorenzo. Se lo impusieron, porque el larguilucho ex arquero conocía la interna del club. No se separaron nunca más, con históricas campañas en Boedo, Villarreal, Real Madrid, Málaga y Manchester City.

Quienes lo conocen hablan de un Beccacece fanático, intenso, metódico. Pese a su juventud, no es relajado ni deja pasar indisciplinas. En algunos aspectos es más duro que el propio Sampaoli. Pero tiene todo para comenzar un camino en solitario. Una ruta que no será fácil para él, pero tampoco para el DT de Chile, que pierde una pieza fundamental. Mucho más que un escudero.