Los retos de la generación dorada

Muchos piensan que me gusta lanzar el currículo encima, pero no es así. Interprétenlo mejor como un reto, un desafío por superar. Seré el más contento de todos cuando vea que mi nombre queda segundo o tercero en la lista del mejor jugador chileno de la historia y haya alguien que logre superar lo que he hecho. Hasta el momento no ha sido así.

Gary Medel y Alexis Sánchez van camino a ser los mejores, pero aún no lo son. Entiendo que mucha gente se nubla en el análisis producto de la inmediatez de redes sociales. Lo que está haciendo Alexis Sánchez me recuerda cuando llegué al Inter de Porto Alegre. Era un gran equipo, con buenísimos jugadores. Cuando me integré dimos el salto de calidad y Alexis podría hacer exactamente lo mismo, para que así sus hinchas, en muchos años más, se vanaglorien ante sus pares y digan: "Yo vi jugar al Arsenal de Alexis".

Fui elegido tres veces el Mejor de América, entre 1974 y 1976, y dos veces el mejor del mundo por la FIFA, en 1975 y 1976. Y le quité el título a Pelé. Estuve en tres copas del mundo. Alexis, con 26 años, tiene tiempo de sobra para lograr eso y mucho más.

Estamos en presencia de un tremendo equipo, estamos felices del título de la Copa América que lograron, pero también hay que tener en cuenta que hubo una generación, en la que yo no participé, que fue tercera en un Mundial, en 1962. Y nunca hay que dejar de resaltar ese logro que, por lejos, sigue siendo el más importante de nuestro fútbol.

Hay que agradecerle a la generación dorada todas las alegrías que nos han dado, pero no pueden conformarse. Deben ir por más y superar estas marcas es una excelente motivación.